Se espera que las fluctuaciones ambientales causen extremos climáticos, como sequías prolongadas, que impacten la productividad de las plantas adaptadas a climas mediterráneos. El azafrán, una especia importante conocida por sus bajos requerimientos de agua, enfrenta amenazas significativas a la productividad del rendimiento debido a la escasez de agua. Este estudio evaluó los efectos del estrés hídrico inducido por polietileno glicol (PEG) 6000 (0%, 5%, 10%) en los brotes de azafrán cultivados en medios MS suplementados con BAP y NAA. Niveles más altos de PEG redujeron la regeneración de brotes, aumentaron el ennegrecimiento apical y alteraron los niveles de clorofila y carotenoides. El estrés hídrico también disminuyó el crecimiento, el contenido de agua en las hojas y la actividad antioxidante enzimática (SOD y peroxidasa), mientras que aumentó la peroxidación lipídica, el daño a las membranas, la acumulación de prolina, la actividad antioxidante no enzimática y la abundancia de transcritos de genes relacionados con la sequía. Estos hallazgos destacan la susceptibilidad del azafrán a la sequía, incluso en condiciones in vitro, y subrayan la importancia de desarrollar variedades resistentes a la sequía.