Consumo de pescado, contaminantes y muerte súbita inesperada en la epilepsia: muchos más beneficios que riesgos
Autores: Scorza, FA; Cysneiros, RM; Arida, RM; Terra, VC; Machado, HR; Rabello, GMM; Albuquerque, M; Cavalheiro, EA
Idioma: Inglés
Editor: Takako Matsumura-Tundisi
Año: 2010
Acceso abierto
Categoría
Licencia
Consultas: 11
Citaciones: Sin citaciones
Las personas con epilepsia tienen un mayor riesgo de morir prematuramente, y la categoría de muerte más común relacionada con la epilepsia es la muerte súbita inesperada en la epilepsia (SUDEP). La SUDEP es un problema principalmente para pacientes con epilepsia crónica no controlada. El objetivo final de la investigación sobre la SUDEP es desarrollar nuevos métodos para prevenirla y acciones que, además de las terapias médicas y quirúrgicas, podrían ser muy útiles. Los aspectos nutricionales, como la deficiencia de ácidos grasos omega-3, podrían desempeñar un papel interesante en este escenario. Algunos estudios clínicos y en animales han sugerido que los ácidos grasos omega-3 podrían ser útiles en la prevención y el tratamiento de la epilepsia y, por ende, de la SUDEP. Se ha comprobado que los únicos alimentos que aportan grandes cantidades de omega-3 son los mariscos (pescado y crustáceos); sin embargo, algunos pescados están contaminados con metilmercurio, lo que puede contrarrestar los efectos positivos de los ácidos grasos omega-3. Nuestra revisión actualizada resume el conocimiento sobre el papel del consumo de pescado en la investigación sobre la epilepsia.
Las personas con epilepsia tienen un mayor riesgo de morir prematuramente, y la categoría de muerte más común relacionada con la epilepsia es la muerte súbita inesperada en la epilepsia (SUDEP). La SUDEP es un problema principalmente para pacientes con epilepsia crónica no controlada. El objetivo final de la investigación sobre la SUDEP es desarrollar nuevos métodos para prevenirla y acciones que, además de las terapias médicas y quirúrgicas, podrían ser muy útiles. Los aspectos nutricionales, como la deficiencia de ácidos grasos omega-3, podrían desempeñar un papel interesante en este escenario. Algunos estudios clínicos y en animales han sugerido que los ácidos grasos omega-3 podrían ser útiles en la prevención y el tratamiento de la epilepsia y, por ende, de la SUDEP. Se ha comprobado que los únicos alimentos que aportan grandes cantidades de omega-3 son los mariscos (pescado y crustáceos); sin embargo, algunos pescados están contaminados con metilmercurio, lo que puede contrarrestar los efectos positivos de los ácidos grasos omega-3. Nuestra revisión actualizada resume el conocimiento sobre el papel del consumo de pescado en la investigación sobre la epilepsia.