Varias especies de elasmobranquios experimentan cambios en las proporciones del cuerpo durante su crecimiento ontogenético. Tales cambios morfológicos podrían reflejar variaciones en la dieta, locomoción o, más ampliamente, en las interacciones de las especies con su entorno. Sin embargo, hasta la fecha, solo se han realizado unos pocos estudios sobre este tema, y la mayoría de ellos se centraron en regiones corporales particulares. En el presente estudio, se investigó el crecimiento ontogenético de cinco especies diferentes de tiburones demersales utilizando tanto la morfometría lineal tradicional de todo el cuerpo como el análisis de forma de la aleta caudal. Se analizaron un total de 449 tiburones: 95 tiburones tragadores pequeños, 80 tiburones espinosos de hocico largo, 103 tiburones de aleta de cometa, 124 tiburones linterna de vientre aterciopelado y 47 tiburones ásperos angulares. De cada espécimen, se tomaron 36 mediciones morfométricas lineales. Mientras que un primer análisis canónico de coordenadas principales descartó la posibilidad de diferentes patrones de crecimiento entre machos y hembras, el mismo análisis discriminó estadísticamente entre individuos pequeños y grandes en cada especie según su morfología. Un análisis de porcentaje de similitud reveló que las mediciones más importantes para distinguir estos dos grupos eran las relacionadas con las longitudes corporales, indicando que los individuos grandes son más alargados que los pequeños. El análisis de forma de las aletas caudales reveló un crecimiento alométrico durante el desarrollo ontogenético, con individuos adultos teniendo una aleta más ancha (análisis discriminante, < 0.05). Estos hallazgos podrían estar relacionados con cambios en las habilidades depredadoras, apoyando la hipótesis de un cambio en el papel ecológico que estos tiburones desempeñan en su entorno, proporcionando así nueva información esencial para su conservación.