Diferencias de género en la patogénesis y factores de riesgo del carcinoma hepatocelular
Autores: Nevola, Riccardo; Tortorella, Giovanni; Rosato, Valerio; Rinaldi, Luca; Imbriani, Simona; Perillo, Pasquale; Mastrocinque, Davide; La Montagna, Marco; Russo, Antonio; Di Lorenzo, Giovanni; Alfano, Maria; Rocco, Maria; Ricozzi, Carmen; Gjeloshi, Klodian; Sasso, Ferdinando Carlo; Marfella, Raffaele; Marrone, Aldo; Kondili, Loreta Anesti; Esposito, Nicolino; Claar, Ernesto; Cozzolino, Domenico
Idioma: Inglés
Editor: MDPI
Año: 2023
Acceso abierto
Artículo científico
Categoría
Ciencias Naturales y Subdisciplinas
Licencia
CC BY-SA – Atribución – Compartir Igual
Consultas: 2
Citaciones: Sin citaciones
Varias enfermedades crónicas del hígado se caracterizan por una clara disparidad de género. Entre ellas, el carcinoma hepatocelular (CHC) muestra tasas de incidencia significativamente más altas en hombres que en mujeres. La diferente distribución epidemiológica de los factores de riesgo para la enfermedad hepática y el CHC solo explica parcialmente estas diferencias de género. De hecho, el hígado es un órgano con dismorfismo sexual reconocido y es extremadamente sensible a la acción de los andrógenos y estrógenos. Las hormonas sexuales actúan modulando el riesgo de desarrollar CHC e influyendo en su agresividad, respuesta a tratamientos y pronóstico. Además, los andrógenos y estrógenos son capaces de modular la acción de otros factores y cofactores del daño hepático (por ejemplo, infección crónica por VHB, obesidad), influyendo significativamente en su poder carcinogénico. El propósito de esta revisión es examinar los factores relacionados con la diferente distribución de género en la incidencia de CHC, así como los mecanismos patofisiológicos involucrados, con especial referencia al papel central que desempeñan las hormonas sexuales.
Descripción
Varias enfermedades crónicas del hígado se caracterizan por una clara disparidad de género. Entre ellas, el carcinoma hepatocelular (CHC) muestra tasas de incidencia significativamente más altas en hombres que en mujeres. La diferente distribución epidemiológica de los factores de riesgo para la enfermedad hepática y el CHC solo explica parcialmente estas diferencias de género. De hecho, el hígado es un órgano con dismorfismo sexual reconocido y es extremadamente sensible a la acción de los andrógenos y estrógenos. Las hormonas sexuales actúan modulando el riesgo de desarrollar CHC e influyendo en su agresividad, respuesta a tratamientos y pronóstico. Además, los andrógenos y estrógenos son capaces de modular la acción de otros factores y cofactores del daño hepático (por ejemplo, infección crónica por VHB, obesidad), influyendo significativamente en su poder carcinogénico. El propósito de esta revisión es examinar los factores relacionados con la diferente distribución de género en la incidencia de CHC, así como los mecanismos patofisiológicos involucrados, con especial referencia al papel central que desempeñan las hormonas sexuales.