Los telómeros son secuencias repetidas de nucleótidos en el extremo de los cromosomas. Se deterioran a lo largo de las divisiones mitóticas de una célula. En este proceso de reducción de la vida se ha demostrado que corresponde con aspectos del envejecimiento del organismo y la exposición al estrés u otros daños. El impulso inicial para caracterizar la dinámica de los telómeros en el ganado estaba relacionado con la preocupación de que el ADN de donantes envejecidos resultara en una senescencia celular más temprana y un envejecimiento general en los animales clonados. Las investigaciones sobre la longitud de los telómeros en vacas lecheras incluyeron efectos de raza, estimaciones de control genético aditivo (heritabilidad de 0.12 a 0.46) y efectos de estresores externos en la degradación de los telómeros a lo largo de la vida animal. También se ha evaluado la longitud de los telómeros con respecto al envejecimiento en cerdos y caballos, y hay menos informes sobre la biología de los telómeros en ganado de carne, ovejas y cabras. Hubo asociaciones mínimas entre la longitud de los telómeros y las medidas de productividad animal. La mayoría, pero no todos, los trabajos en ganado han documentado una relación inversa entre la longitud de los telómeros en células sanguíneas periféricas y la edad; es decir, una longitud de telómero más larga se asoció con una edad más joven. Dado que la longevidad del ganado afecta la productividad y la rentabilidad, el papel de la pérdida de telómeros específica de tejidos en el envejecimiento puede presentar estrategias de mejora alternativas para la mejora genética, al tiempo que proporciona conocimientos biomédicos traslacionales.