En este estudio, se utilizaron ratas Wistar para examinar el impacto de la consistencia de la dieta en el crecimiento maxilar y mandibular a lo largo de tres generaciones. En esta investigación, se utilizó una muestra de cría de 60 ratas Wistar hembras y 8 machos. Las mediciones se realizaron únicamente en los animales hembras. La muestra principal de cría de la primera generación consistió en 20 ratas Wistar hembras de 30 días y 4 ratas machos que también tenían 30 días; de estos animales se crearon dos generaciones subsiguientes. A los 100 días, se recolectaron CBCT de todos los ratas machos. Se seleccionaron veintiocho puntos de referencia craneofaciales para las mediciones lineales en formato STL extraído de los archivos DICOM. Se realizó una prueba de Bonferroni para el análisis estadístico. Los promedios de las mediciones de todos los grupos de dieta blanda en comparación con las mediciones correspondientes de los grupos de dieta dura fueron significativamente diferentes. Según las mediciones lineales, hubo una diferencia estadística en las mediciones maxilares entre los grupos de dieta blanda de la primera y la tercera generación, mientras que el resto no mostró ninguna diferencia estadística. Hubo una diferencia significativa en las dimensiones mandibulares solo cuando se comparó el grupo de dieta blanda de la primera generación con el grupo de dieta blanda de la tercera generación. Las conclusiones son que la consistencia de los alimentos tiene un impacto significativo en el crecimiento y desarrollo del maxilar y la mandíbula. Los hábitos de dieta blanda pueden resultar en una mandíbula retrognática y un maxilar más estrecho.