El polen de angiospermas puede tener paredes extremadamente resistentes que a menudo se conservan como fósiles y reflejan plantas antiguas que vivieron en la Tierra hace millones de años. Descubrimos polen fósil de (Picrodendraceae) en una palinoflora de aproximadamente 37 millones de años de antigüedad de Kenia. Hoy en día, es endémico de una pequeña parte de la provincia del Cabo, Sudáfrica, donde las plantas crecen en sustrato rocoso bajo un clima seco como parte de la vegetación de arbustos. Los fósiles kenianos muestran que tenía una distribución mucho más amplia en África antes del presente, y en comparación con otros homólogos fósiles, creemos que el género se dispersó de Europa a África ya antes de este registro más antiguo ahora descubierto. El polen fósil asociado y otros registros similares sugieren que las plantas ocurrieron en entornos forestales complejos, soportando climas completamente húmedos en el pasado. Por lo tanto, nuestro estudio muestra que confiar en el pariente vivo más cercano o en un posible análogo moderno de un taxón fósil no siempre es lo más representativo. Esto se aplica especialmente a los taxones relictos. Para las estimaciones paleoecológicas de tales plantas fósiles, se deben considerar sus registros fósiles completos, los taxones de plantas asociados de los mismos ensamblajes fósiles, así como los géneros estrechamente relacionados en la actualidad.