Las benzodiazepinas, un grupo significativo de contaminantes acuáticos recién reconocidos, son medicamentos psicotrópicos prescritos para síntomas comunes de ansiedad y trastornos del sueño. Resisten una degradación eficiente durante el tratamiento de aguas residuales y perduran en ambientes acuáticos. Su presencia en matrices acuáticas está aumentando, particularmente después del reciente período de pandemia, que ha llevado a muchas personas a usar sistemáticamente benzodiazepinas para manejar la ansiedad. En estudios anteriores, se ha demostrado una importante interferencia de esta clase de medicamentos tanto en las etapas larval como adulta de algunas especies acuáticas, con efectos en el comportamiento y el desarrollo embrionario. Este estudio examinó la influencia del delorazepam, un metabolito del diazepam, en el desarrollo para obtener información sobre las respuestas en larvas naupliares. Los resultados demostraron que los tratamientos (1, 5 y 10 ug/L) aumentan el porcentaje de eclosión e inducen una desincronización en el crecimiento. La mortalidad solo aumentó ligeramente (cerca del 10% a los seis días post-eclosión), pero el consumo de reservas lipídicas se modificó, con la persistencia de glóbulos lipídicos en las etapas naupliares avanzadas. La actividad locomotora disminuyó significativamente solo en el tratamiento de 10 ug/L. No se observaron efectos teratogénicos, aunque se notaron daños modestos en el tronco posterior y los ojos, dos objetivos de la toxicidad ambiental. El impacto negativo del delorazepam se suma a los ya reportados en otras especies de invertebrados y vertebrados, que aún no se consideran objetivos de estos medicamentos. Este estudio subraya la necesidad de más investigación y atención inmediata a esta clase de contaminantes y la importancia de monitorear su presencia durante las evaluaciones de riesgo ambiental.