El glucomanano de konjac (KGM), un prebiótico altamente efectivo, ejerce una influencia fundamental en la regulación de la composición y estructura de la microbiota intestinal. Un número creciente de evidencias subraya la sólida correlación entre la diversidad microbiana intestinal y la salud humana, abarcando su importancia en una amplia gama de enfermedades. Esta revisión profundiza en las características estructurales del KGM y su impacto en la microbiota intestinal. Se hace especial hincapié en los mecanismos a través de los cuales la modulación microbiana mediada por KGM mitiga los trastornos metabólicos, las enfermedades intestinales y los trastornos neurológicos, explorando así su potencial como un nuevo enfoque terapéutico.