El color de la piel varía drásticamente entre las personas de todo el mundo, pero las razones detrás de esta variación son complejas y están arraigadas en nuestra evolución. Este artículo explica cómo nuestros genes, la exposición al sol y la geografía han moldeado la pigmentación de la piel humana a lo largo de miles de años. Describimos cómo diferentes poblaciones se han adaptado a sus entornos; por ejemplo, la piel más oscura protege a las personas que viven cerca del ecuador de la fuerte luz solar, mientras que la piel más clara ayuda a las personas en regiones más frías a obtener suficiente vitamina D del sol. También mostramos cómo tonos de piel similares se desarrollaron en diferentes partes del mundo a través de diferentes caminos genéticos. Comprender esta evolución ayuda a los científicos y médicos a abordar mejor preocupaciones de salud como la deficiencia de vitamina D y el cáncer de piel. También destaca la importancia de incluir a personas de todos los tipos de piel en la investigación y educación médica. Este estudio combina conocimientos de genética, historia, antropología y medicina para contar la historia del color de la piel y por qué es importante para la salud y la sociedad.