Los árboles de laca son susceptibles al estrés por altas temperaturas durante el verano, lo que afecta su metabolismo y manejo. La investigación indica que las temperaturas elevadas aumentan los niveles de algunos alcaloides, quinonas y aminoácidos, señalando un metabolismo activo del nitrógeno. Este estrés también condujo a la degradación del ácido abscísico y a un aumento en el nivel de ácido jasmónico. Además, la reestructuración de la expresión génica en los árboles de laca provocó ajustes metabólicos y promovió la síntesis de ciertos flavonoides glicosilados. Estos hallazgos iluminan las respuestas metabólicas y moleculares al estrés térmico, proporcionando valiosos conocimientos para mejorar la resiliencia y productividad de los árboles de laca en un clima cambiante, beneficiando así tanto a la ciencia de las plantas como a las prácticas agrícolas.