Los métodos de cultivo celular adherente y en suspensión tienen sus propias ventajas. El cultivo adherente implica pasos sencillos y consumibles económicos, y la distribución uniforme de las células en el sustrato facilita la observación clara de la morfología celular, el estado de crecimiento y los efectos citopáticos utilizando un microscopio. En comparación, la capacidad de formar una población celular de alta densidad y la facilidad de escalado hacen que el cultivo en suspensión sea valioso para la producción industrial, como el desarrollo de vacunas, la fabricación de biofármacos, la selección de medicamentos y la producción de alimentos. Sin embargo, muy pocas líneas celulares pueden crecer en suspensión de forma natural, y los sistemas de cultivo celular en suspensión típicamente utilizados comercialmente son todos de origen mamífero, lo que los hace no aptos para muchos casos acuáticos. Para satisfacer las necesidades de las industrias acuáticas, se desarrolló un nuevo sistema de cultivo ES de origen acuático a través del crecimiento de explantes y el pasaje por digestión enzimática. Las células ES pueden adaptarse al crecimiento en suspensión de forma natural y realizar transformaciones reversibles entre los modos adherente y en suspensión. Este modelo de cultivo se confirmó como susceptible a diferentes virus acuáticos mortales y también adecuado para la ingeniería genética. Como un sistema de cultivo en suspensión que no requiere microportadores ni aditivos especiales, las células ES pueden ser útiles para el desarrollo de nuevos sistemas de producción sin suero acuático en un biorreactor o convertirse en una herramienta prometedora para la industria de vacunas acuáticas.