Mejorar la forma en que criamos ganado es esencial tanto para la producción de alimentos como para la protección de los recursos naturales. Si bien la mayoría de la investigación se ha centrado en los animales hembras, los científicos están descubriendo que el esperma también juega un papel importante más allá de simplemente transportar ADN. En particular, las moléculas llamadas ARN que se encuentran en el esperma contribuyen a controlar el desarrollo temprano del embrión en animales como vacas, cerdos, ovejas y cabras. Los estudios han demostrado que los tipos y cantidades de ARN en el esperma pueden ayudar a identificar qué machos son más propensos a producir crías saludables, incluso cuando su esperma parece indistinguible bajo un microscopio. Esto podría ayudar a los productores a elegir los mejores animales para la cría. Sin embargo, los investigadores aún no han encontrado una prueba clara para llevar a cabo esto de manera confiable, en parte porque el ARN puede cambiar dependiendo del entorno o de cómo se mida. Para avanzar, los científicos de todo el mundo necesitan ponerse de acuerdo sobre las mejores formas de estudiar el ARN del esperma. Si tienen éxito, esta investigación podría conducir al desarrollo de mejores herramientas para seleccionar animales de cría de alta calidad, lo que apoyaría una agricultura ganadera más sostenible y eficiente.