La catástrofe industrial y nuclear más grande de la historia de la humanidad ocurrió el 25 de abril de 1986: la explosión de un reactor nuclear en la localidad de Chernobyl (Ucrania), antes bajo el dominio de la Unión Soviética. Otro 25 de abril, pero de 1998, se rompió una balsa minera de la multinacional Boliden en Aznalcóllar (al sur de España), y unos 7 millones de metros cúbicos de lodos y aguas ácidas arrasaron 62 kilómetros del cauce del río Guadiamar hasta llegar al Parque Nacional de Doñana (Patrimonio Natural de la Humanidad). En Aznalcóllar, los lodos no llegaron a alcanzar el Parque Nacional del Coto de Doñana, quedando retenidos en sus estribaciones, dentro del Preparque, pero las aguas sí invadieron la región externa del Parque Nacional y desembocaron en el río Guadalquivir en el área del Coto de Doñana, y alcanzaron finalmente, ya poco contaminadas, el Océano Atlántico, en Sanlucar de Barrameda. Los vertidos tóxicos arrasaron cosechas, fauna, flora y suelos, y según WWF/Adena aún existen cuestiones pendientes por resolver para que el proyecto de restauración pueda darse por finalizado.
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