Las chapas finas de acero se utilizan en la fabricación de envases alimentarios, especialmente para el almacenamiento a largo plazo. La reducción del grosor de las chapas de acero y el aumento de la velocidad del proceso de embutición en la fabricación de envases suelen disminuir su estabilidad de deformación plástica. Estos cambios plantean la necesidad de utilizar métodos de evaluación capaces de determinar las propiedades mecánicas y plásticas de las chapas de acero con rapidez y a bajo coste. Para la investigación experimental de la influencia de la deformación plástica en su resistencia a la corrosión se utilizaron dos tipos de chapas de acero estañadas. El artículo compara los resultados del ensayo de tensión uniaxial y del ensayo de tensión biaxial de las propiedades de las chapas estañadas.
INTRODUCCIÓN
Las chapas finas de acero figuran entre los materiales más utilizados en la producción de envases, especialmente para el almacenamiento de alimentos a largo plazo. En los últimos años, el desarrollo de estas chapas ha dado lugar a una reducción significativa del espesor (de 0,26 mm a 0,24 mm de espesor a 0,18 a 0,14 mm de espesor) y a una reducción significativa del espesor de la capa de estaño, de los 11 g.m-2 anteriores (estañado por inmersión en caliente) a los 1-2 g.m-2 actuales (galvanoplastia) [1]. También se ha producido un cambio significativo en el procesado de chapas finas para la producción de envases [1,2]. Durante el estirado, se producen deformaciones plásticas considerables tanto en el material base como en el revestimiento [2,3].
Dependiendo de su uso posterior, las láminas delgadas para envasado se producen mediante diferentes tecnologías de laminado (laminado simple y laminado doble - segunda reducción) y diferentes métodos de recocido (recocido discontinuo y continuo) [2,4,5]. Por lo tanto, las láminas de envasado actuales difieren sustancialmente en su resistencia y propiedades plásticas. Es el método de producción de las láminas de embalaje el que influye considerablemente en las propiedades plásticas que se requieren en su procesamiento por estirado.
A la hora de evaluar la resistencia a la corrosión de las chapas finas estañadas, es importante la homogeneidad de la deformación plástica, que se manifiesta en forma de líneas y bandas de deslizamiento. La resistencia a la corrosión de las chapas finas de acero disminuye significativamente en las zonas donde se originan las líneas y bandas de deslizamiento - donde la capa de estaño se adelgaza y se desarrollan microfisuras [2,4,6]. Cuando un material tan deformado plásticamente se expone a un entorno corrosivo, se produce una corrosión intergranular gradual de la chapa de acero por debajo de la capa de estaño que se extiende a lo largo de los límites de grano del material base.
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