Resumen

La presencia de zonas contaminadas por radionucleidos antropógenos, como el ¹³⁷Cs, exige el análisis inmediato de un gran número de muestras. Una intervención sanitaria, junto con los sistemas tradicionales de vigilancia, son fundamentales para detectar e interrumpir la transmisión de radionucleidos en la cadena alimentaria, ya sea a través del consumo humano directo de vegetales contaminados o de la ingesta humana indirecta a través de la alimentación animal. Además, es probable que se observe un aumento de la biodisponibilidad de los radioisótopos en uno o dos eslabones de la cadena alimentaria.

Para agilizar y simplificar el proceso de análisis, los autores proponen una medición preliminar inicial de la radiactividad mediante el uso de métodos de detección en la leche de vaca, como el escintilación líquida (LSC), o contadores radioquímicos de rayos gamma en los músculos, las células sanguíneas u otros tejidos animales. La elección de la leche de vaca como indicador principal se justifica por su sencillez de muestreo y analizado, así como por la amplia distribución de los rebaños lecheros (es decir, de ovejas, cabras y bovinos) en el territorio a la luz de una mejor supervisión veterinaria de los alimentos de origen animal. Además, los métodos de LSC aplicados a la leche revelan ser particularmente eficientes en la lectura de radioisótopos emisores de rayos gamma, como el ¹³⁷Cs, a diferencia de otros emisores beta de alta energía, como el ⁹⁰Sr, cuya radiación Cherenkov secundaria hace que la lectura sea particularmente sensible.

Los resultados experimentales demostraron que los métodos de LSC son particularmente capaces de identificar rápida y eficientemente las muestras de leche contaminada, siendo por lo tanto adecuados para las campañas de detección territorial inmediata destinadas a preservar la cadena alimentaria.

Aunque no es nuevo para las aplicaciones de la radioquímica, este método resulta particularmente adecuado para el cribado de la leche gracias a su capacidad para poner de relieve fácilmente la presencia simultánea de los dos principales contaminantes, a pesar de que uno de ellos sea sólo un beta-emisor (⁹⁰Sr).

La fiabilidad de los resultados del LSC se ha confirmado cuantitativamente mediante análisis de espectrometría de rayos gamma realizados en las muestras de leche previamente encontradas contaminadas.

Los autores también han estudiado la posibilidad de utilizar equipos automatizados de radioinmunoanálisis Perkin Elmer COBRA para identificar los alimentos contaminados por los emisores gamma. A pesar de mostrar un menor sensibilidad con respecto a la espectrometría de rayos gamma, este método permite analizar más de 40 pruebas por día al detectar niveles de contaminación superiores a 50 Bq.kg^-1.

Al comparar los resultados de la COBRA y la espectrometría gamma de muestras de músculo de jabalí a diferentes niveles de contaminación, los datos revelaron un valor de la Correlación de Pearson muy cercano a 1 para demostrar aún más la validez de los dos métodos y la fiabilidad del sistema de vigilancia a partir de 50 Bq.kg^{-1 137}Cs.

• Materias:Medio ambiente natural Contaminación de alimentos
• Subjects:Natural environment Food contamination
• Palabras claves:Contaminación de alimentos; Cadena alimentaria;radionucleidos antropógenos (137C); Radionucleidos
• Keywords:Food contamination; Food chain; Anthropogenic radionuclides (137C); Radionuclides