Las operaciones concentradas de alimentación animal, como las lecherías, producen una gran cantidad de estiércol, denominado biomasa láctea (DB), que podría servir como materia prima renovable para la gasificación térmica. La biomasa láctea es un combustible de baja calidad en comparación con los combustibles fósiles, por lo que los gases producidos tienen un menor contenido calórico. Sin embargo, la calidad de los gases puede mejorarse mezclándolos con carbón. Este trabajo trata de la gasificación a contracorriente en lecho fijo aire-vapor de una mezcla de biomasa láctea y carbón de Wyoming (DBWC). Se analizan los efectos de la relación de equivalencia (1,6<Φ<6,4) y de la relación vapor-combustible (0,4
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