Las materias primas básicas pertenecen a las fuentes de insumos clave en la producción de arrabio. Las propiedades de las materias primas básicas pueden evaluarse utilizando diversos criterios. Entre los esenciales figuran las propiedades físicas y químicas. Sin embargo, las actuales presiones competitivas obligan a los productores de hierro a incluir cada vez más a menudo criterios de coste y logística en el proceso de toma de decisiones. En este ámbito, sin embargo, se enfrentan al problema de cómo convertir una variedad de parámetros muy diferentes en un indicador de evaluación para comparar las materias primas disponibles. Este artículo aborda el análisis de un modelo creado para evaluar las materias primas básicas, que se diseñó en el marco de la investigación.
INTRODUCCIÓN
La carga de alto horno se compone de materiales metalíferos, formadores de escoria y combustible. Los materiales de carga del alto horno deben caracterizarse por un equilibrio de sus propiedades, una baja proporción de partículas de grano fino, una estrecha gama de tamaños de grano y una resistencia mecánica suficiente. Los materiales fundentes, que suelen tener carácter básico, representan una importante materia prima de entrada. Su importancia es aún mayor, porque las empresas metalúrgicas de Europa Central utilizan principalmente materias primas minerales ácidas procedentes de Ucrania y Rusia [1]. Esto se debe a sus precios, a su disponibilidad, pero también a sus bajos costes logísticos (por ejemplo, en comparación con los minerales de Australia y Brasil) [2].
Los fundentes facilitan la formación de escorias de alto horno con una composición química y unas propiedades tecnológicas óptimas. La escoria final debe tener una composición química y unas propiedades físicas tales que permitan desulfurar el hierro al máximo, garantizar una reducción perfecta del hierro y un alto grado de reducción del manganeso y, por último, pero no por ello menos importante, tener una viscosidad adecuada. Así pues, este tipo de escoria suele contener entre un 0,4 % y un 0,9 % de FeO [3]. Los aditivos básicos más utilizados incluyen compuestos basados en CaO y MgO. Suelen ser aditivos que incluyen caliza dolomítica o dolomita. Estos aditivos también afectan significativamente no sólo a la tecnología de producción del hierro, sino sobre todo al coste de todo el proceso y, por tanto, al precio final del metal [4].
La selección de un proveedor adecuado de materiales puede afectar fundamentalmente a los indicadores económicos de la producción. Para la evaluación de la calidad de las materias primas básicas se eligió la caliza dolomítica, ya que pertenece a los materiales utilizados con frecuencia en la República Checa [5, 6].
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