Resumen

Las operaciones de mecanizado inducen deformaciones plásticas y generación de calor en la zona cercana a la superficie de la pieza mecanizada, dando lugar a tensiones residuales. Dependiendo de su magnitud y signo, estas tensiones pueden ser perjudiciales o beneficiosas para la vida útil de la pieza. El estado final de tensiones depende del proceso de mecanizado aplicado, así como de los parámetros de mecanizado. Por ello, el establecimiento de unas pautas de mecanizado adecuadas requiere la medición de las tensiones residuales generadas tanto en la superficie como en el interior del material. En este trabajo se han medido mediante difracción de rayos X las tensiones residuales generadas en acero F-522 por dos procesos de torneado duro (convencional y asistido por láser) y dos de rectificado (producción y acabado). Además, se han obtenido perfiles en profundidad de la fracción volumétrica de austenita retenida, microestructura y nanodureza para correlacionar dichos resultados con el estado de tensiones residuales obtenido para cada proceso de mecanizado. Se ha observado que el torneado genera tensiones de tracción en la superficie, mientras que el rectificado provoca tensiones de compresión. Por debajo de la superficie, el rectificado genera tensiones de tracción débiles o casi nulas, mientras que el torneado genera tensiones de compresión fuertes. Estos resultados muestran que el proceso de mecanizado óptimo (sin tener en cuenta consideraciones económicas) implica la combinación de torneado más eliminación de un pequeño espesor mediante rectificado final.

• Materias:Acetamida
• Subjects:Acetamida
• Palabras claves:Estrés residual; Difracción de rayos X; Torneado; Rectificado
• Keywords:Residual stress; X-ray diffraction; Turning; Grinding