La vida diaria exige el intercambio de bienes físicos, y también servicios. Los segundos, en general, resultan más difíciles de valorar ya que suelen ser más complicados, no sólo de medir sino previamente, definir que parámetros deben tenerse en cuenta.

Pero en cuanto a los bienes, sí que son medibles. Se medirá algún o algunos aspectos que caracterizan al bien. Por ejemplo, si se quiere medir una mesa, se tendrán en cuenta sus dimensiones, pero también el color, el acabado (rugosidad, por ejemplo), su peso, etc. Todas estas características son magnitudes medibles, y como toda medición, el resultado es un número que indica cuánto mayor o menor es ese número frente a la unidad de medida, que también debe expresarse.

¿Cómo se debe expresar el número y cómo se debe expresar la unidad de medida correspondiente a la magnitud evaluada? Ese es el objetivo de la jornada que desde el IIE se ofrece dentro del marco de la Semana de la Ciencia 2021. 

Fuente

Instituto de la Ingeniería de España

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