Ecologistas en Acción | Presentación del informe «Agroecología para enfriar el planeta», editado por Ecologistas en Acción.
La presentación correrá a cargo de Elisa Oteros Rozas, del área de Agroecología de Ecologistas en Acción e investigadora de la Universidad de Vic, con la participación de Belen Díaz, de Extinction Rebellion Granada. Introduce Helios Escalante, de Ecologistas en Acción Granada
El cambio climático es un hecho. El actual modelo de producción y consumo ha alterado el clima global. Ya no es posible evitar el cambio climático, sino tratar de garantizar que el incremento en la temperatura global quede por debajo de los 2ºC y, a ser posible, limitarlo a 1,5ºC.
El sistema agroalimentario forma parte de este modelo, y actualmente es una fuente importante de emisiones. Al mismo tiempo, la agricultura y la ganadería, actividades básicas para garantizar una adecuada nutrición de los seres humanos, se ven afectadas negativamente por el cambio climático.
Ante esta situación, es necesario buscar alternativas, proponer nuevos modelos agroalimentarios que reduzcan la emisión de gases de efecto invernadero, favorezcan el almacenamiento de carbono en los suelos y sean al mismo tiempo una fuente de alimentos sanos y nutritivos para toda la población. De las tres dimensiones de la seguridad alimentaria: la disponibilidad de alimentos, el acceso a los mismos y su utilización, este informe se centra especialmente en la primera. También se aborda cómo afecta el cambio climático a la producción de alimentos, pero no a su distribución o almacenamiento.
Por último, se hace una valoración de las estrategias propuestas en el marco de las negociaciones internacionales sobre cambio climático, y se presenta el modelo agroecológico como parte de la solución de muchos de los problemas, ambientales y sociales, que plantea la actual emergencia climática.
Es una confederación de más de 300 grupos ecologistas distribuidos por pueblos y ciudades. Forma parte del llamado ecologismo social, que entiende que los problemas medioambientales tienen su origen en un modelo de producción y consumo cada vez más globalizado, del que derivan también otros problemas sociales, y que hay que transformar si se quiere evitar la crisis ecológica.