Un 26 de junio de 1818, en los albores de la Independencia de Chile, Bernardo O’Higgins firmaba la primera patente de comercio marítimo otorgada por el país en su condición de nación soberana, que benefició el zarpe de la fragata “Gertrudis de la Fortuna” desde Valparaíso, hito que marca el inicio de la Marina Mercante Nacional, la cual el próximo año cumplirá 200 años de existencia,

Este bicentenario se enlaza con otras celebraciones fundacionales del vínculo y destino marítimo de Chile surgidos en ese 1818, como el nacimiento de la Armada de Chile, la Escuela Naval o el Cuerpo de Infantería de Marina.

Y como dichas instituciones, su desarrollo quedó unido al de Valparaíso. Así, entre 1818 y 1836 la Marina Mercante Chilena ya tenía 158 barcos y movía casi 19.000 toneladas, mientras en el puerto se comenzaban a desarrollar innumerables obras para facilitar el tráfico de mercancías, entre ellos almacenes, y muelles.

El crecimiento del país implicó la apertura de nuevos puertos a lo largo del país y, de esta forma, el transporte marítimo implicó el desarrollo de infraestructura aparejada, incluyendo la construcción de caminos y vías férreas, facilitando tanto las comunicaciones internas del país como la salida de productos al exterior. 

En la actualidad la Marina Mercante Nacional navega por nuevas aguas, en las cuales la innovación y el avance tecnológico son su combate diario, todo esto para poder competir en el espectro del tráfico marítimo internacional, el cual cumple con las altas exigencias internacionales impartidas por la OMI (Organización Marítima Internacional) y los altos estándares de seguridad exigidos por los usuarios. Lo anterior ha llevado a que la Marina Mercante Nacional se consolide como la tercera más moderna y más grande (medido en tonelaje) de Sudamérica y la tercera a nivel mundial en el uso del Canal de Panamá, realizando más del 85% de las exportaciones e importaciones, siendo el mayor sustento económico y de desarrollo del país.

La Marina Mercante Nacional junto a la Armada de Chile, han sido un importante apoyo para el crecimiento de nuestra nación, complementándose mutuamente, tanto en la formación de sus oficiales, como en los diferentes conflictos bélicos a lo largo de nuestra historia y en el desarrollo económico del país. Actualmente esta vinculación se mantiene, en consideración a que es por la vía marítima por donde se concretan los acuerdos internacionales de comercio, siendo este motivo donde radica la importancia para nuestro país. Por su parte, la Armada de Chile, consciente de la importancia estratégica que la Marina Mercante Nacional tiene para el país, adquiere un rol importante en términos de seguridad y defensa, asegurando el libre uso de las líneas de comunicaciones marítimas, la seguridad de la navegación y salvaguardando la vida en el mar. Lo anterior sustentado en su política trivectorial, donde al componente marítimo se le asigna una especial atención.

Mayor información