PRESENTACIÓN

El conocido medievalista francés Jacques le Goff escribió: “La memoria intenta preservar el pasado sólo para que sea útil al presente y a los tiempos venideros”. Ese sería el primer propósito de este Museo de las Ingenierías Hispánicas. Nacido a raíz de la conclusión del libro “Guion de Contenidos del Museo Educativo de las Ingenierías Aeronáutica y Aeroespacial”, que puede ser consultado en la Web del Instituto de Ingeniería de España, el Museo tratará de compilar las innovaciones realizadas a lo largo de la historia por los ingenieros hispánicos de ambas orillas de la Mar Océana. En definitiva, el fin del Museo será preservar, poner en valor y dar utilidad a las innovaciones y progresos realizados por nuestros ingenieros en el desarrollo de las distintas ramas de la ingeniería, e incluso las de la sanidad, que hoy más que nunca depende de los progresos de múltiples tecnologías.

Nace este proyecto bajo el amparo de una iniciativa privada – La Ciudad de la Salud y la Innovación – y lo hace a imagen y semejanza del Real Gabinete de Máquinas del Buen Retiro. Nacido éste a impulso de la iniciativa real de Carlos III, fue creado en 1792 por nuestro ilustre compañero el Ingeniero Militar y fundador de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Agustín de Betancourt y Molina. Tal como rezaban sus Estatutos, su objetivo era realizar estudios de ingeniería y poder disponer de una colección de láminas y maquetas de máquinas de utilidad para las obras públicas y la industria. Ligado desde su inicio a la Escuela de Ingenieros de Caminos, su vocación fue tanto civil como industrial, y en su desarrollo participaron muchos ilustres compañeros, entre los que destacaría Juan López de Peñalver. Otras ramas de la ingeniería siguieron este ejemplo posteriormente. Más reciente es el enorme esfuerzo realizado por el CEHOPU y el CEDEX desde 1983 para la recuperación de las grandes obras civiles y maquinarias creadas por la ingeniería española.

Es imprescindible destacar asimismo la estrecha relación entre la ingeniería y la salud. En el prefacio de la Historia de la Real Academia de París en 1699, se cita cómo el conocimiento de la Anatomía contribuyó a la precisión de la Cirugía. Del mismo modo, hoy sería inconcebible practicar una medicina sin apoyo de los sofisticados equipos tecnológicos desarrollados por los ingenieros, que aportan así una contribución decisiva al progreso de la sanidad. Todo ello sin menoscabo de los desarrollos de las grandes figuras de la medicina hispánica, que arrancando desde la Edad Media con figuras como Abulcasis y Averroes, engendra ya en el Siglo XX a los Premios Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal, Severo Ochoa de Albornoz y al portugués António Egas Moniz, además del Premio Nobel de Física Luis W. Álvarez, cuya contribución a la física de las partículas elementales facilitó el desarrollo de los equipos de resonancia magnética. En el campo de la Química figuran el mexicano Mario Molina, descubridor del agujero de la capa de ozono, y el argentino Luis Federico Leloir, por el papel de los nucleótidos de azúcar en la fabricación de los hidratos de carbono. En Medicina, también destacan los Nobel argentinos Bernardo Alberto Houssay y César Milstein, el venezolano Baruj Benacerraf y el brasileño Peter Medawar.

Ante la evidente imposibilidad física de recopilar los objetos y documentos que puedan describir las innovaciones más relevantes en un plazo razonable, se recurrirá a medios virtuales. Por tanto, muchos contenidos del Museo serían infografías en 3D, lo que permitirá su implementación en un plazo breve. Se seleccionarán las innovaciones de primer nivel realizadas en el ámbito hispánico, que permitirán conocer el desarrollo de cada área temática a lo largo del tiempo, pero recurriendo a aportaciones no únicamente hispánicas cuando sea imprescindible. Asimismo, se recurrirá a la tecnología de realidad virtual para transitar entre los objetos, las maquetas y los dibujos o cualquier otro contenido como si realmente se estuviera dentro de una sala, permitiendo incluso acercarse a contemplarlos, mientras se reciben explicaciones o se visionan animaciones sobre el funcionamiento de cada aparato. Al ser de naturaleza digital, no existen límites físicos a la hora de ampliarlo o plantear nuevos contenidos, lo que ofrece al espacio museístico una formidable versatilidad.

Así pues, el principal objetivo de este museo sería crear un espacio de conservación y exhibición que facilite la recuperación y eventual utilización en el futuro de las innovaciones mencionadas, enfocándolo primordialmente desde un punto de vista ingenieril. Se confía de esta forma poner de relieve la valía intelectual de las “ideas tecnológicas” contenidas en cada innovación, analizarlas, compararlas con sus contemporáneas, valorarlas y calificar su eventual validez, viabilidad e interés en su época y, en ciertos casos, incluso en la actualidad. Como ocurre usualmente en ingen

Fuente

Instituto de la Ingeniería de España

El Instituto de la Ingeniería de España, creado en 1905, es una entidad sin ánimo de lucro declarada de Utilidad Pública, cuya presidencia de honor ostenta Su Majestad el Rey Felipe VI desde 2014. El Instituto de la Ingeniería de España integra a más de 100.000 ingenieros de las diversas especialidades, que desarrollan su actividad en las diversas Comunidades Autónomas del Estado, tanto en el ámbito privado como el público.