La mayoría de los países de América Latina, siguiendo tendencias mundiales, se esfuerzan para participar de procesos de transición energética cuyo objetivo reducir sus emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI). A nivel mundial, se espera que el sector energético genere 122 millones de empleos para el año 2050, de los cuales 43 millones serán creados en energías renovables [1]. Esto no solo implica una transformación del mercado laboral en el sector energético y la mitigación de los efectos del cambio climático, sino también una oportunidad para aumentar el equilibrio de género en el sector.
Históricamente, la participación de las mujeres en el sector energético ha sido inferior a la en comparación con otras industrias, y varía ampliamente entre los subsectores energéticos y países. A pesar de representar 48% de la fuerza laboral mundial, las mujeres solo representan 22% de la fuerza laboral en el sector del petróleo y el gas, y 32% en el caso de empleos existentes en energías renovables [2].
En 2022, tomamos una “foto” del sector energético de América Latina. Encontramos que solo 24% de quienes lo conforman son mujeres.
La transición a fuentes de energía renovables y la creación de puestos de trabajo asociados no es suficiente para acabar con la brecha de género en cuanto a participación de mujeres en la fuerza laboral. Para ello, se requiere implementar políticas integrales que vayan desde la educación formal hasta la desconstrucción de imaginarios y estereotipos de género, así como políticas sectoriales para las cuestiones prácticas del día-a-día de las mujeres.
Necesitamos resolver esta problemática complementando el cambio tecnológico con políticas de inclusión activa en las empresas del sector, a través de, al menos las siguientes acciones:
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Trabajamos para mejorar la calidad de vida en América Latina y el Caribe. Ayudamos a mejorar la salud, la educación y la infraestructura a través del apoyo financiero y técnico a los países que trabajan para reducir la pobreza y la desigualdad. Nuestro objetivo es alcanzar el desarrollo de una manera sostenible y respetuosa con el clima. Con una historia que se remonta a 1959, hoy somos la principal fuente de financiamiento para el desarrollo para América Latina y el Caribe.
El metano es el segundo gas de efecto invernadero (GEI) más abundante en la atmósfera, después del dióxido de carbono (CO₂), pero además tiene una capacidad potencial de atrapar 80 veces más el calor del sol que el CO₂.
En la Conferencia de Energía del MIT 2024, los participantes lidiaron con los desafíos y tendencias clave que dan forma a nuestra lucha para prevenir los peores efectos del cambio climático.
Extracto del número del 16 de marzo de 1974 de "Science News".
Los técnicos que trabajan dentro de la Instalación de Servicio de Cargas Peligrosas en el Centro Espacial Kennedy de la agencia en Florida desplegaron y extendieron completamente el primero de dos paneles solares de cinco paneles construidos para el Europa Clipper de la NASA en preparación para la inspección y limpieza como parte de las operaciones de ensamblaje, prueba y lanzamiento.
Cómo generar la energía eléctrica suficiente para alimentar a tanto coche eléctrico como queremos tener en nuestros garajes se ha convertido en una de las grandes dudas (y críticas) que se ha hecho a la transición al vehículo cero emisiones. Es algo que llevamos años planteándonos.
El nivel del mar sube y baja dos veces al día en todo el mundo. El agua se acelera, se forman corrientes de marea. Es un movimiento constante, ilimitado. Una energía limpia y renovable sin explotar. En Galicia, la empresa Magallanes Renovables cree que la solución es sumar nuestra milenaria experiencia naviera con tres décadas de desarrollo eólico. Y Gales le ha hecho un encargo.