Mediante un novedoso método catalítico, científicos del Laboratorio Nacional Argonne del DOE y de la Universidad de Cornell convirtieron el plástico HDPE postconsumo en un material totalmente reciclable y potencialmente biodegradable con las mismas propiedades mecánicas y térmicas que el plástico de un solo uso de partida.
El polietileno de alta densidad es omnipresente en las aplicaciones de un solo uso porque es fuerte, flexible, duradero y barato. Pero las formas en que producimos y desechamos el HDPE suponen graves amenazas para nuestra propia salud y la de nuestro planeta.
Muchos productos de HDPE se fabrican a partir de combustibles fósiles, y la mayor parte del HDPE postconsumo se incinera, se vierte en vertederos o se pierde en el medio ambiente. Cuando se recicla con los métodos actuales, la calidad del material se degrada.
Este nuevo enfoque de reciclaje químico podría reducir las emisiones de carbono y la contaminación asociadas al HDPE al utilizar los residuos plásticos como materia prima sin explotar y transformarlos en un nuevo material que puede reciclarse repetidamente sin pérdida de calidad.
Los métodos actuales de reciclado del HDPE producen materiales con propiedades inferiores. El método alternativo del equipo utiliza una serie de catalizadores para dividir las cadenas de polímeros en trozos más cortos que contienen grupos reactivos en los extremos. Los trozos más pequeños pueden volver a unirse para formar nuevos productos de igual valor. Los grupos de los extremos tienen la ventaja añadida de facilitar la descomposición del nuevo plástico, tanto en el laboratorio como en la naturaleza.
Los resultados de la investigación se han publicado recientemente en la revista Journal of the American Chemical Society.
Es un espacio dedicado a la información, análisis y debate en torno al sector de la gestión de residuos y la economía circular: prevención, reutilización, reciclaje y valorización.
Dar una nueva vida a los residuos plásticos sí es posible. Este es el objetivo de ‘MAREA Plastic’ – Malaga Reaction Against Plastic- un proyecto liderado por los investigadores de la Escuela de Ingenierías Industriales de la UMA Óscar de Cózar y Carmen Ladrón de Guevara, que, a través de un proceso de economía circular, transforma los desechos en nuevos productos de valor.
Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla ha desarrollado unas nanoestructuras esféricas que favorecen la asimilación de sustancias con actividad farmacológica que no son solubles en agua. De este modo, evitan que los compuestos se acumulen en los tejidos y a largo plazo produzcan efectos tóxicos perjudiciales para la salud.
El cambio climático representa uno de los grandes retos para la humanidad. Sequías, inundaciones y, en general, episodios extremos se manifiestan más intensos y habituales a lo largo de todo el globo. Las modificaciones de los patrones meteorológicos, registrados en las últimas décadas, obligan a revisar las pautas y criterios empleados para todo lo que depende directa o indirectamente del clima y sus manifestaciones.
Primer cargador inteligente desarrollado en el país, podría masificar el uso de vehículos eléctricos, al recuperar el 70 % de este tipo de baterías desechadas.
Hacía mucho tiempo que no nos dábamos de bruces con una innovación en el ámbito de la refrigeración tan interesante. Muchísimo tiempo, en realidad. La empresa estadounidense Frore Systems, que es la responsable del diseño de esta nueva tecnología de refrigeración, ha pasado por la última edición del CES sin hacer apenas ruido, pero tiene entre manos una propuesta con muy buena pinta.
El cuachalalate (Amphipterygium adstringens) y la chupandilla (Cyrtocarpa procera), dos plantas originarias de México, según estudios experimentales de un grupo de científicos de la FES Iztacala, prometen curar la colitis, enfermedad padecida por entre 16 y 30 por ciento de la población.