Para acabar con las barreras que actualmente dificultan el reciclaje de estos envases complejos, por tener en su composición diferentes materiales, y obtener a partir de ellos bioproductos de alto valor añadido para la industria plástica, el Instituto Tecnológico del Plástico, AIMPLAS, está investigando en el uso de microbiomas de distintos insectos, es decir los microorganismos presentes en el intestino de las larvas de insectos, como herramienta para la valorización de residuos plásticos de envases multicapa. Éste es el objetivo del proyecto ENTOMOPLAST, financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI).
En concreto, el Instituto está investigando en el empleo de diferentes tipos de larvas de insectos como langostas, polillas y escarabajo, en concreto Locusta migratoria, Pachnoda butana, Plodia interpunctella y Galleria mellonella para acelerar la biodegradación de polietileno (PE), Polietileno Tereftalato-Poliéster (PET) y poliuretano (PU) a partir de residuos de envases que actualmente tienen como destino final la incineración o el depósito en vertedero, ya que los diferentes materiales plásticos que componen las diversas capas deben reprocesarse por separado y encarecen el proceso.
Una solución novedosa y rentable para el reciclado de envases multicapa
Así, esta novedosa solución que impulsa la economía circular, en la que AIMPLAS trabaja junto con el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio) de la Universitat de València (UV) y la Agencia Estatal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y Darwin Bioprospecting Excellence, facilitará el reciclado de los envases multimateriales de una forma rentable y es clave para poder cumplir los objetivos de reciclado marcados por la Comisión Europea para 2030.
Los resultados de esta investigación ofrecerán, según explica el investigador principal del proyecto en AIMPLAS, Pablo Ferrero, “tecnologías de valorización de residuos más eficientes, tanto en lo que se refiere a la mejora de la degradación de residuos plásticos sintéticos de carácter multimaterial y sus respectivos componentes, como a su posterior valorización y reciclaje, a través del empleo de los insectos utilizados en la degradación de los materiales para producir biopolímeros y bioaditivos de alto valor añadido”.
AIMPLAS es el Instituto Tecnológico del Plástico ubicado en Valencia y está inscrito en el Registro de Centros Tecnológicos del Ministerio de Economía y Competitividad. Pertenece a la Federación Española de Centros Tecnológicos, FEDIT, y a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, REDIT.
La tela de araña es uno de lo símbolos más característicos de estos animales. La seda de araña es uno de los materiales más resistentes de la naturaleza, siendo sus fibras más resistentes que el Kevlar, el material con el que están hechos los chalecos antibalas y aguantando cinco veces más tensión que el acero. Al contrario de lo que puede parecer, no todas las fibras de la tela de araña tienen la misma composición ni están secretadas por las mismas glándulas de la araña. En total existen siete glándulas que producen fibras de seda, la ampulácea mayor, ampulácea menor, flageliforme, tubuliforme, piriforme, aciniforme, y glándulas agregadas.
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