Uno de los métodos más disruptivos y prometedores para alcanzar este ambicioso objetivo es la transición hacia una aviación en la que se use hidrógeno. A diferencia del queroseno, el uso de hidrógeno eliminará todas las emisiones de dióxido de carbono, así como otras emisiones nocivas como monóxido de carbono, metano, partículas de hollín y azufre oxidado y dejará sólo vapor de agua y óxidos de nitrógeno casi nulos. Aunque existen aviones propulsados por hidrógeno, los costes hoy en día del almacenaje y uso del hidrógeno como combustible en viajes largos hace imposible su democratización. El principal punto de bloqueo es la ausencia de sistemas viables de almacenamiento de hidrógeno en las aeronaves, teniendo en cuenta las estrictas limitaciones en términos de peso, volumen y rentabilidad.
Innovadores materiales funcionales y de altas prestaciones
Para responder a esta necesidad, el proyecto Horizonte Europa OVERLEAF, en el que participa AIMPLAS, desarrollará un tanque de almacenamiento de hidrógeno líquido que permita la transición hacia una aviación con hidrógeno. Esta solución de almacenamiento combinará innovadores materiales funcionales y de altas prestaciones, materiales de aislamiento térmico y sensores de detección de fugas de hidrógeno. OVERLEAF aprovechará los avances tecnológicos para reducir en un 50% la masa del depósito de hidrógeno líquido en comparación con los prototipos actuales. Cualquier mejora que se haga en este sentido disminuirá el peso y el volumen de los aviones, lo que reducirá la demanda de energía y, por lo tanto, mejorará la rentabilidad de la construcción y funcionamiento del avión.
Además, el proyecto desarrollará un sistema de propulsión de hidrógeno líquido para un funcionamiento seguro y una larga vida útil. Esta nueva tecnología, que consistirá en un sistema de celda, pretende conseguir una densidad de potencia del sistema dos o tres veces mayor que los actuales sistemas de celda de combustible, con eficiencias de 55 a 60%.
“El hidrógeno es un vector energético en la industria de la aviación y del ferrocarril europeas, puesto que reduce el impacto medioambiental y contribuye a los objetivos de descarbonización. Así pues, es de vital importancia que se desarrollen nuevas tecnologías de almacenamiento de hidrógeno más eficientes y económicas. El proyecto OVERLEAF contribuirá a conseguir esta madurez tecnológica”, expone Emma Celeste Lope, coordinadora del proyecto.
OVERLEAF, que dio comienzo en mayo de 2022 y tiene una duración de tres años, está compuesto por un consorcio en el que participan diez socios de seis países europeos. El proyecto está liderado por Aciturri Engineering y aglutina empresas líderes en innovación y proveedores del sector de la aeronáutica, así como instituciones académicas.
La sostenibilidad se convirtió en la primera preocupación para el mundo actual, por esto las empresas de todo el globo tratan de adaptarse a los cambios.
Un equipo de la Universidad de Córdoba ha desarrollado una metodología que define el espacio cultivable entre módulos fotovoltaicos de dos ejes, con el objetivo de impulsar la reconversión a la producción agrivoltaica de plantas ya existentes. Usando como base una instalación fotovoltaica real ubicada en Córdoba, el modelo revela las zonas cultivables entre colectores.
Hace ya casi tres años, en junio de 2021, celebramos la llegada a las instalaciones de ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), el reactor experimental de fusión nuclear que un consorcio internacional liderado por Europa está construyendo en Cadarache (Francia), del solenoide central. Este componente es el corazón del complejo motor magnético del reactor, y no es otra cosa que un potentísimo imán superconductor con unas dimensiones colosales.
La molienda mecánica destaca por su relativa simplicidad, bajo costo y capacidad para llevarla a escala industrial, lo que la convierte en una opción idónea para fabricar paneles solares fotovoltaicos. Mediante esta técnica, ingenieros caracterizaron nanopartículas (de tamaños imperceptibles al ojo humano) de silicio y óxido de zinc que servirían para mejorar las celdas solares, es decir los dispositivos que convierten la radiación solar en energía eléctrica.
Un equipo de investigación del Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla y de la Plataforma solar de Almería (PSA-CIEMAT) ha validado un nuevo tratamiento en el proceso que utiliza la luz del sol para producir hidrógeno. Los resultados demuestran que se obtiene una mayor producción de esta fuente de energía limpia y con un menor coste, incluso en condiciones meteorológicas adversas.
En la región del polo sur de la Luna existen zonas donde nunca luce el Sol y otras donde siempre llegan sus rayos. Para que los vehículos puedan operar en esas condiciones, y con fondos de la Agencia Espacial Europea, investigadores de España y Reino Unido desarrollan sistemas que combinan paneles solares, baterías y generadores termoeléctricos de radioisótopos.