El entorno de BIOMAC proporciona acceso abierto a sus instalaciones, en concreto 17 líneas piloto, y a sus servicios complementarios, que cubren toda la cadena de valor, desde el fraccionamiento de biomasa y obtención de las sustancias químicas intermedias a los nanomateriales y nanocompuestos de origen natural. AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, es responsable de la línea piloto número 11, dedicada a la extrusión reactiva para la polimerización de PLA y sus copolímeros y a la producción de nanocompuestos a partir de PLA.
Dentro del proyecto BIOMAC, la planta piloto de AIMPLAS trabaja con dos casos de ensayo. Por una parte, en aplicaciones de agricultura para el desarrollo de concentrados de nanopartículas en PLA para su uso en formulaciones para film acolchado, además de copolímeros de PLA para moldeo por inyección. Por otra parte, en soluciones de envase alimentario para el desarrollo de formulaciones de nanocompuestos de PLA para film soplado.
Tras la validación de las líneas piloto mediante cinco casos internos de ensayo en automoción, agricultura, envase alimentario, construcción y electrónica impresa, el proyecto ha lanzado una convocatoria abierta de manifestaciones de interés para las partes interesadas. Esta se lanzó el pasado 15 de diciembre y tiene como objetivo seleccionar cinco casos de ensayo de sectores como el textil, biomédico, ingeniería de tejidos o artículos de un solo uso mediante el uso de nanomateriales de origen natural.
El objetivo de BIOMAC es impulsar y sostener la innovación en el campo de las industrias europeas de la bioeconomía, reduciendo el tiempo de comercialización de las nuevas nanotecnologías y, por ende, los costes y riesgos.
Los nanomateriales de origen natural son la respuesta a los retos de nuestra sociedad. Sin embargo, todavía existen barreras de tipo técnico, económico y legislativo que frenan la total expansión de los biopolímeros y los nanomateriales en el mercado y limitan la puesta en marcha de soluciones a partir de estos materiales. BIOMAC pretende reducir estas barreras y potenciar la bioeconomía europea. Se trata de uno de los mayores proyectos financiados por la Comisión Europea y cuenta con la participación de 33 socios procedentes de 12 países.
El proyecto ha recibido financiación del Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, con número de contrato 952941. Los socios del proyecto son AUTH, EUBIA, BEECO, LTU, BBEU, LIST, RISE, ATB, UEDIN, AIMPLAS, FH-WKI, CNANO, ITENE, AIMEN, POLIMI, DTI, NNT, IDE, AXIA, UBU, ABIS, EXELISIS, EUBP, UNIPD, IRIS, RDC, DIAD, OHM, EVERSIA, ACC, NOVAMONT, ISQ y STAM.
AIMPLAS es el Instituto Tecnológico del Plástico ubicado en Valencia y está inscrito en el Registro de Centros Tecnológicos del Ministerio de Economía y Competitividad. Pertenece a la Federación Española de Centros Tecnológicos, FEDIT, y a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, REDIT.
La captura del dióxido de azufre (SO₂), precursor de la lluvia ácida que causa la acidificación de lagos y suelos, así como el deterioro acelerado de edificios, es un desafío para la ciencia de materiales.
Mediante un proceso de biorrefinería con digestión anaerobia, investigadores brasileños han obtenido biogás de orujo de manzana, un subproducto de la producción de zumo.
¿Le ha pasado que mientras cocina, por equivocación revuelve la sopa o el arroz con la misma cuchara que preparó el postre, y al momento de probarlos siente sabor a vainilla o leche? Esta situación, que se conoce como “contaminación cruzada”, también pasa en otros lugares, como por ejemplo en los laboratorios de medicamentos, en los que un error de este tipo puede dejar mucho más que un sinsabor. El diseño de 7 matrices o guías de validación de limpieza de estos espacios evitaría el riesgo de que algo así ocurra.
El agua que desechamos lavando la loza, en la ducha o al bajar el inodoro, y aquella que usa la industria para sus procesos y que termina en las redes de alcantarillado, se podrían aprovechar más en el riego de cultivos u otras actividades agrarias, gracias al desarrollo de un “lodo granular anaerobio”, tecnología basada en microorganismos descontaminantes, única en Colombia, que logra limpiarla en un 97%.
Tres estudios de la Universidad de Córdoba profundizan sobre cómo los organismos fotosintéticos más abundantes de la Tierra, las cianobacterias marinas, son capaces también de conseguir energía de sustancias orgánicas como la glucosa.
Recientemente, y con intención de solucionar los problemas medioambientales que pueden provocar los disolventes tradicionales, han surgido nuevas tendencias en la industria química, los denominados disolventes verdes, una alternativa más sostenible y segura.