Durante los últimos cuatro meses, varias naciones notificaron numerosos incidentes en jarabes infantiles para la tos sin receta médica y con niveles confirmados o sospechosos de contaminación por altos niveles de dietilenglicol y etilenglicol, informó este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los casos detectados proceden de al menos siete países y se han asociado a más de 300 muertes en tres de ellos. La mayoría de los niños afectados son menores de cinco años.
La agencia advirtió que estos contaminantes “son sustancias químicas tóxicas utilizadas como disolventes industriales y agentes anticongelantes que pueden ser mortales incluso ingeridos en pequeñas cantidades, y nunca deberían encontrarse en los medicamentos”.
Basándose en los informes de los países, la agencia publicó durante los últimos meses tres alertas médicas mundiales que abordan estos incidentes.
En los comunicados se solicitó la detección y retirada de la circulación de los medicamentos contaminados, el aumento de la vigilancia y la diligencia en las cadenas de suministro de los países y regiones que pudieran verse afectados, y la notificación inmediata a la agencia de la ONU si se descubrían estos productos de calidad inferior
Al no tratarse de incidentes aislados, la agencia llama a las principales partes interesadas que forman parte de la cadena de suministros de medicamentos a adoptar medidas inmediatas y coordinadas.
Recomendaciones para los organismos reguladores y los gobiernos
Consejos para los fabricantes de medicamentos
Recomendaciones para los proveedores y distribuidores
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), o simplemente las Naciones Unidas (NN. UU.), es la mayor organización internacional existente. Se define como una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.
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Encontrar un modo sostenible de conformar una economía de residuo cero es primordial para mantener un sistema de consumo consciente de los límites de nuestro planeta, en especial en el caso de materiales versátiles y tan extendidos como el plástico. En los próximos cuarenta años, se estima que el consumo global de materiales como la biomasa, los combustibles fósiles, el metal y los minerales doblará su cifra, lo que tendrá consecuencias negativas en los seres humanos y en el medio ambiente. La producción anual de plásticos es de casi 380 Mt y, para 2035, está previsto que se doble esa cifra e incluso se cuadruplique en 2050. Por esta razón, es necesario identificar soluciones que ayuden a usar los recursos de manera efectiva y eficiente para la producción de estos materiales.