La investigación se realizó con Passiflora sphaerocarpa, Passiflora emarginata, Passiflora arborea y Passiflora grandis, un grupo interesante porque se dice que es uno de los más primitivos del género; son árboles grandes y sin lianas, con frutos pequeños (no comestibles) y flores vistosas como las del maracuyá.
El estudio permitió determinar que P. arborea, P. emarginata y P. sphaerocarpa tienen el mismo número de cromosomas, lo que hace que su identificación por esta variable sea imposible, pero presentaron diferencias significativas en sus cariotipos (patrón cromosómico de una especie expresado a través de un código), como tener cromosomas de diferentes tamaños.
Identificar las diferencias cromosómicas de estas especies es importante pues su morfología es muy similar, y por eso también se determinó la ubicación del ADN ribosomal en las tres especies, lo cual sirve para comparar su evolución con otras especies o géneros. La información de esta caracterización es reportada por primera vez en la literatura científica.
En el caso de P. grandis no fue posible estudiar ninguna de estas características, pues sus semillas no fueron viables porque no germinaron para analizarlas. Estas presentan un porcentaje de fertilidad muy bajo, lo cual puede obedecer a que existen pocos individuos de la especie y los árboles se encuentran muy lejos uno de otro, hecho que los obliga a autofecundarse, es decir reproducirse con sigo mismos.
Aunque P. grandis es una especie endémica de Colombia no se realizan muchos estudios a su alrededor debido a que no tiene importancia económica como el maracuyá.
El valor de las Astropheas recae en su conservación, pues tienen genes “silvestres” importantes para la diversidad genética de la especie, y al conservarlas posibilitan que el género de las passifloras siga evolucionando.
Para la supervivencia de estas especies que tienen muy pocos individuos y baja fertilidad en sus semillas podrían proponerse proyectos de micropropagación, que consisten en reproducir plantas asexualmente.
Así mismo podrían servir para fitomejoramiento si se estudian resistencias de esta especie que puedan servir a otras pasifloras de mayor importancia económica.
La investigación fue realizada por Yury Garzón Bautista, bióloga y estudiante de la Maestría en Ciencias Biológicas con énfasis en Recursos Fitogenéticos de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira, con la dirección de la docente Creucí María Caetano y el apoyo del Grupo de Investigación en Recursos Fitogenéticos Neotropicales (Girfin).
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La candidata a doctorado Emma Bullock estudia los impactos locales y globales de los cambios en los niveles minerales en las aguas subterráneas del Ártico.
Hasta ahora, se pensaba que los únicos organismos "fijadores de nitrógeno" eran los procariotas, como las bacterias.
Un chinche de 3 mm no registrado por la ciencia sería útil para controlar el crecimiento del maracuyá silvestre ("Passiflora foetida"), un tipo de maleza que en países como Australia es considerada como invasora pues obstaculiza el paso en las playas e impide el crecimiento de otras plantas autóctonas. Este insecto sería un controlador natural porque completa su ciclo de vida sobre la planta y se alimenta de las hojas causándoles daño.
El vuelo de los insectos, el camuflaje de los pulpos y la cognición humana son tres ejemplos de innovación evolutiva que se basaron, en parte, en eventos de duplicación de genes hace cientos de millones de años.
Un estudio pionero liderado por el CSIC analiza la exposición de los hábitats europeos al impacto de 94 especies de animales y plantas invasoras e identifica regiones críticas para la conservación.