Coaching. / Unimedios

EAsí lo determinó Luisana Casique Flórez, magíster en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, en un estudio en el que aplicó cuestionarios dirigidos y entrevistas personalizadas a 40 directivos de grandes empresas de la capital caldense.

Según los datos arrojados por el estudio, los decisores de las empresas ven esta disciplina como un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo que inspira a maximizar el potencial personal y profesional de los trabajadores.

Pero para tener los resultados esperados las organizaciones deben tener en cuenta varios aspectos: el primero, que el proceso lo lleve a cabo un coach profesional, “lo cual se convierte en una invitación para que verifiquen la formación sobre quién está ofreciendo estos servicios, el tiempo de ejercicio, y si es posible que tenga credenciales de alguna asociación reconocida”.

El segundo aspecto es la responsabilidad del cliente en su propio desarrollo, ya que, por ser una asociación entre coach y cliente, este último debe comprometerse con el proceso, “lo cual significa estar dispuesto a incorporar comportamientos, actitudes o hábitos y así generar el cambio que lo llevará a tener mejores resultados”, advierte la magíster.

Por último, no se debe perder de vista que la finalidad de un proceso de coaching –ya sea individual o de equipo– es generar conciencia y acción. Por eso se parte de resignificar creencias para poder establecer soluciones o propuestas que antes no se visualizaban, las cuales deben aterrizar en un plan de acción viable que los lleve a alcanzar sus objetivos o metas.

Retorno de inversión

Los procesos de coaching para las organizaciones pueden llegar a ser una inversión costosa, y más aún cuando para muchas de estas organizaciones el principal objetivo sigue siendo la reducción de costos.

“Generalmente un coach cobra por horas –como un psicólogo– y el valor depende de si es de vida o empresarial; en promedio, por una hora de coaching se cobra entre 80.000 y 1.000.000 de pesos”.

Beatriz Osorio, gerente de Talento Humano de Efigas –empresa que suministra el servicio de gas en Manizales–, quien participó en la investigación, explicó que “es sesiones de coaching de una hora, seis sesiones pueden costar 250.000 pesos en Manizales, pero en Bogotá el precio se incrementa a 380.000 pesos”.

El estudio reveló que el dinero invertido en programas de coaching se recuperó multiplicado por seis. Además, el 53 % de los ejecutivos obtuvo importantes mejoras en la productividad, 48 % en calidad, 48 % en fortaleza organizativa, 39 % en servicio al cliente, 34 % en atención a quejas de los clientes, 23 % en reducción en los costos y 22 % en utilidad neta.

Así mismo se demostró que por medio de este entrenamiento se logró retener mejor a los directivos (32 %) que lo habían recibido antes, lo que evidencia que se trata de una de las tendencias administrativas con mayor impacto en el comportamiento de las personas y que ha generado importantes resultados en el mundo de los negocios.

Por otra parte, el 100 % de las grandes organizaciones de Manizales que participaron en el estudio y aplicaron coaching, enfocaron su atención en potenciar las competencias laborales de aquel personal que ocupa cargos altos e importantes dentro de estas, es decir, personal encargado de liderar equipos de trabajo.

“El coaching aplicado a los gerentes influye en el rendimiento de sus subordinados, lo que indica que las grandes empresas de Manizales confían en que desarrollando las competencias laborales en sus líderes podrán mejorar no solo el desempeño de estos, sino también el de los trabajadores en general, trayendo como consecuencia el retorno de la inversión”, concluye la investigadora.