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 Coca-Cola acaba de lanzar en España la que es su primera prueba piloto de tapones adheridos a la botella. La iniciativa busca dar respuesta a los requisitos de la directiva europea sobre plásticos de un solo uso, que entrarán en vigor en julio de 2024. Esta prueba piloto servirá para poner a prueba el proceso de producción de los tapones, valorar su rendimiento en climas cálidos y recoger la respuesta de los consumidores a esta innovación antes de proceder a su implantación gradual en otros países a finales de este año.

Así, el pasado mes de mayo la compañía comenzó la fabricación de los primeros tapones unidos a la botella en su planta de Barcelona. Y desde principios de julio, las botellas con los nuevos tapones están ya a la venta en determinados puntos de venta de Cataluña, Baleares, Aragón, Canarias (Tenerife, Gran Canaria), Andalucía (Granada, Jaén, Málaga, Almería, Cádiz, Sevilla) y Toledo. La prueba durará 10 semanas y se comercializarán 6 millones de botellas con los nuevos tapones en las botellas de plástico de 500 ml de todas las variantes de Coca‑Cola y de Schuss.

“Con este hito, además de comenzar a adaptarnos paulatinamente y con antelación a la legislación europea, queremos lanzar un mensaje al consumidor: disfruta de tu bebida, vuelve a cerrar el tapón y recicla la botella y el tapón juntos”, apunta Ana Gascón, directora de la Estrategia de Sostenibilidad de Envases para Europa en The Coca-Cola Company. La compañía se ha comprometido además “a recoger todos los envases que vendamos para 2030”.

Desarrollados en el centro de I+D de Coca-Cola en Bruselas, en el diseño de los nuevos tapones se ha trabajado junto a proveedores, realizando pruebas entre los consumidores para desarrollar una solución que ofrezca una experiencia cómoda y agradable de consumo y que, a la vez, se adapte a los requisitos de la directiva europea.

La introducción del tapón adherido es un proceso bastante innovador y complejo, y podría tener un gran impacto. El sistema de apertura es el mismo que el de la botella estándar, sin embargo, la innovación radica en el anillo que rodea el cuello de la botella, al que se ha incorporado una lengüeta que mantiene el tapón unido al envase una vez desenroscado, a la vez que sigue permitiendo su cierre hermético.

“Esta innovación permite al consumidor reciclar la botella junto al tapón, evitando su pérdida y la generación de residuos. Es un diseño innovador, que marca un hito importante en nuestra hoja de ruta para hacer que nuestros envases sean cada vez más sostenibles. Para poner en marcha este piloto, hemos tenido que adaptar una de las líneas de embotellado de la planta de Barcelona, que se caracteriza por su versatilidad y apuesta por la innovación”, señala Sergio Ferré, director de la planta.

Coca-Cola ya realizó previamente investigaciones y pruebas entre los consumidores con distintas opciones de cierre. El tapón resultante ha sido la opción elegida por los consumidores en términos de comodidad y experiencia de consumo.

Los nuevos envases incluyen en el tapón adherido el mensaje “Nuevo tapón. Por favor, recíclame”. De esta forma, el consumidor puede contribuir a reciclar la botella y el tapón como un solo elemento.

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Residuos Profesional

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