Los agricultores de papa se han visto seriamente afectados, debido a la sobreproducción de este tubérculo, sumado a la importación de papa a precios bajos, impactando en la competitividad de la oferta nacional.
La reducción del consumo de papa en el país, ha sido entre 30% y 40% en el último año, lo que supone grandes perdidas para el sector y las familias colombianas cuyo sustento deriva de esta actividad económica.
En gran porcentaje, la papa nacional se comercializa en fresco, contrario a esto, la importada ingresa al país procesada. Sin desconocer las micro, pequeñas y medianas empresas colombianas que procesan papa y contribuyen con las economías campesinas.
La crisis de los papicultores ha tenido mucho eco, poniendo en discusión el consumo nacional VS el consumo de alimentos importados. Muchos, haciendo un ejercicio reflexivo frente a quiénes se apoya al abastecerse de alimentos. La respuesta de los colombianos ha sido solidarizarse comprando papa a través de distintas iniciativas como la papatón en Bogotá, Cundinamarca, Boyacá y próximamente en más departamentos; o comprándole directamente al campesino en las vías de nuestro país. Pero, ¿ustedes saben diferenciar la papa nacional de la importada? Aquí le contamos cómo identificarla:
Lo fundamental a la hora de comprar papa es fijarse a detalle en el código de barras que trae cada producto, los nacionales siempre vendrán con los números 7-70, un número diferente es señal que lo que está por adquirir es un producto importado. Además, es importante leer la descripción en cada empaque, muchas veces el proceso de transformación y empaque se da en Colombia, pero la materia prima es de otros países.
Recuerden #ColombianoCompraColombiano y ante la negligencia de un Estado ausente, la respuesta siempre será la solidaridad de los pueblos. Sigan comprando colombiano y siempre a precios justos; no solo la papita, también el plátano, la yuca y demás productos campesinos, que hoy requiere de una gran demanda para no perder sus cultivos.
Lo fundamental a la hora de comprar papa es fijarse a detalle en el código de barras que trae cada producto, los nacionales siempre vendrán con los números 7-70
Queremos ser insistentes en que, el campesinado colombiano, no solo requiere de la empatía de todos sus compatriotas, también, de una política agraria estructural que permita el fortalecimiento del campo colombiano y logre resarcir la deuda histórica que tenemos con nuestros agricultores.
Nuestro principal objetivo, es revivir y mostrar la grandeza del Campo Colombiano.
Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha establecido que el grosor del tallo y la presencia de compuestos antioxidantes influyen en la capacidad que tiene este cultivo para echar raíces. Con esta información, podrían desarrollarse biofertilizantes específicos que estimulen el crecimiento vegetal, que habitualmente presenta dificultades para prosperar.
Tejer las mallas para pescar en ríos y lagos de Yahuarcaca –en la Amazonia colombiana–, o saber cuándo utilizar cerbatana o anzuelo para tener una faena más efectiva no es algo que se aprenda en un colegio o una universidad; este conocimiento ancestral que poseen los indígenas ticuna se transmite de generación en generación, pero está amenazado por la creciente interacción de los jóvenes con prácticas occidentales, que degradan sus tradiciones. Con la Escuela de Artes de Pesca se busca evitar que esto suceda y así garantizar la continuación de esta práctica esencial para su seguridad alimentaria.
Investigadores de Hidráulica y Riegos de la Universidad de Córdoba desarrollan un modelo basado en la revolucionaria arquitectura de ‘deep learning’ Transformer, que desde su aparición en 2017 se ha implementado en diversos sectores y que está en la base de hitos de la Inteligencia Artificial como ChatGPT, para orientar la toma de decisiones de las comunidades de regantes.
Un estudio del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV) observa por primera vez en plantas de cultivo que el gen FUL controla la duración del periodo reproductivo.
La chilena Edith Elgueta decidió dejar su trabajo en la administración y hacerse apicultora en un lugar casi sin flores. Su negocio, con el que hoy exporta miel y propóleo, fue presentado en Naciones Unidas.
El acceso al agua ha dado a un grupo de mujeres la llave para independizarse económicamente. Se trata de agricultoras a las que UNICEF ha proporcionado un sistema de irrigación para poder tener sus propios cultivos.