Los reportes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) indican que las pérdidas por eventos climáticos extremos entre 2000 y 2013 ocasionaron pérdidas económicas por USD 52.3 mil millones de dólares y afectaciones al 8.5% de la población (53.8 millones de habitantes). Adicionalmente, señala que los incrementos en la temperatura provocarán menor disponibilidad de agua para las grandes ciudades, la producción alimentaria y la generación hidroeléctrica; además de más inundaciones; así como mayor frecuencia e intensidad de eventos meteorológicos extremos y un aumento en enfermedades como dengue, fiebre amarilla o malaria.
El rol de la eficiencia energética en la descarbonización
Ante esta realidad, la forma más efectiva de ajustarse es a través de la adopción de un modelo de desarrollo de descarbonización profunda. Este modelo cambia la forma de producción y consumo. Si bien la región sólo contribuye con el 5 % de las emisiones mundiales de gases de efecto de invernadero (GEI), hay grandes áreas de oportunidad para abrir nuevas oportunidades de mercado y hacer más competitiva a nuestra industria, al mismo tiempo que se reduce la huella ambiental de la región.[i]
además de más inundaciones; así como mayor frecuencia e intensidad de eventos meteorológicos extremos y un aumento en enfermedades como dengue, fiebre amarilla o malaria.
De acuerdo con el IPCC, una condición para reducir emisiones es la eficiencia energética (EE) en la industria. La Agencia Internacional de Energía establece que de no haberse aplicado medidas de EE desde el año 2000, las emisiones de CO2, hubieran sido un 12% mayores a las registradas en 2017.
De hecho, una de las principales áreas de oportunidad en materia de eficiencia energética es la promoción de Sistemas de Gestión de la Energía (SGEn) dentro de los sectores comercial, servicios y principalmente el industrial. La experiencia internacional muestra que la implementación de SGEn permite lograr ahorros energéticos del 10 % al 40 %.
En América Latina y el Caribe (ALC) la industria representa el 30 % del consumo de energía y 16.6 % de las emisiones de GEI. Aprovechar al máximo los SGEn mejoraría la productividad y competitividad y, a nivel regional, podría alcanzarse un ahorro de USD $23.2 billones y reducir a la mitad las emisiones de la industria.
Para aprovechar esta oportunidad el BID y la OLADE desarrollan el Observatorio de Sistemas de Gestión de la Energía en Latinoamérica y el Caribe (OSGELAC).
¿Qué es el OSGELAC?
El OSGELAC operará como un centro de intercambio de información de mejores prácticas y lecciones aprendidas sobre la implementación de SGEn, para difundir casos exitosos y brindar apoyo técnico y financiero a fin de facilitar su adopción. Identificará las instituciones que promueven e implementan los SGEn en la región y brindará orientación sobre el diseño de políticas y regulación que contribuyan a impulsarlos.
Como resultado del primer mapeo de políticas y programas de promoción de SGEn, se concluye que:
[i] OLADE (2019), Panorama Energético de América Latina y el Caribe 2019.
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Trabajamos para mejorar la calidad de vida en América Latina y el Caribe. Ayudamos a mejorar la salud, la educación y la infraestructura a través del apoyo financiero y técnico a los países que trabajan para reducir la pobreza y la desigualdad. Nuestro objetivo es alcanzar el desarrollo de una manera sostenible y respetuosa con el clima. Con una historia que se remonta a 1959, hoy somos la principal fuente de financiamiento para el desarrollo para América Latina y el Caribe.