En las últimas horas, se logró la ubicación y destrucción de una piscina ilegal para el almacenamiento de hidrocarburos hurtados, la cual pertenecía al grupo armado organizado residual GAOr-E33.
Esta piscina ilegal, tenía una capacidad de almacenamiento de 3.170 galones de crudo y fue ubicada en la vereda M-14 del municipio de Tibú, esta rudimentaria estructura tenía dos metros de ancho por tres metros de profundidad, y representaba uno de los pozos ilegales más importantes de esta estructura criminal dedicada al negocio del narcotráfico.
De igual forma, es importante resaltar que, para el funcionamiento de este complejo ilegal, se hacía necesario la utilización de abundante metraje de mangueras de diferentes dimensiones, las cuales iban conectados a la línea de transferencia que destilaba el crudo y lograba el tratamiento de este hidrocarburo.
Tras la verificación del material y la estructura, se procedió a la destrucción de forma controlada para evitar daños al medio ambiente.
Gracias a esta acción, el GAOr-E33, sufre una importante afectación en sus economías ilícitas y se logra bloquear la distribución de estos hidrocarburos, que pretendía adelantar esta estructura criminal en todo el departamento de Norte de Santander en medio de la lucha por el control del narcotráfico.
El Ejército Nacional continuará desarrollando operaciones militares tendientes a golpear de manera irreversible la cadena del narcotráfico de los grupos armados organizados que sufragan sus acciones terroristas con sistemas económicos ilegales.
Conduce operaciones militares orientadas a defender la soberanía, la independencia y la integridad territorial y proteger a la población civil y los recursos privados y estatales para contribuir a generar un ambiente de paz, seguridad y desarrollo, que garantice el orden constitucional de la nación.
La operación afecta a los grupos armados dedicados al apoderamiento de hidrocarburos con fines de narcotráfico.
Investigadores de la Universidad de León han aplicado redes neuronales artificiales a imágenes captadas con drones para reconocer, con un 95 % de acierto, la huella que dejaron las explotaciones auríferas de los romanos en el noroeste peninsular. El sistema se puede aplicar para reducir los riesgos asociados a las minas abandonadas, que causan pérdidas humanas y económicas en todo el mundo.
La empresa productora de cobre en nuestro país avanzó 23 lugares en la medición, siendo una de las tres compañías de todo el listado con mayor avance en la edición 2023 del ranking.
Las industrias extractivas han jugado un rol significativo en la región andina desde la época colonial. La configuración de la economía y la sociedad ha estado ligada directamente a las vastas reservas de recursos naturales y al desarrollo de actividades extractivas que atraen inversiones, impulsando el desarrollo socioeconómico. Además, este sector representa un porcentaje importante en las exportaciones y tiene un gran impacto en los ingresos fiscales.
La aplicación de nanopartículas, imperceptibles al ojo humano, pero hechas a partir de tierras raras y metales como níquel, hierro y cobalto, facilitaría la extracción de crudos pesados y extrapesados, que representan el 70 % de las reservas mundiales, reduce hasta un 60 % el agua requerida, disminuye el consumo de energía y en el proceso genera hidrógeno, uno de los elementos más importantes para la transición energética.
Un proyecto de biominería de la Universidad Andrés Bello y la Universidad de Chile permitiría lograrlo de forma más limpia, con menor impacto social y reduciendo riesgos ambientales que hoy representan los depósitos de relaves mineros.