Alejandro Duitama, responsable del estudio, comenta que aunque se basa en simulaciones, puede ayudar en la búsqueda de petróleo, pues detecta dónde pueden existir cambios de medio y dónde específicamente aparecen los fluidos.
“Comprender cómo las propiedades de los fluidos y del medio poroso afectan la amplitud de la señal, permite obtener nuevas pistas y mejorar los procesos que se utilizan actualmente para recuperar amplitudes dentro de líneas de procesamiento”, explica Duitama.
Esto quiere decir que al saber de la existencia de estos cambios se podrían identificar las zonas donde la roca es más porosa, es decir, donde podría almacenar mayor cantidad de fluido o donde existe mayor viscosidad. Esto permitiría diferenciar la presencia de petróleo o agua, así como el nivel de saturación, lo que daría una idea de la cantidad de fluido presente en el medio.
Actualmente, la industria de exploración de hidrocarburos utiliza la sísmica como un método que proporciona información suficiente para localizar reservorios. En el proceso se ubican en zonas de interés sensores denominados geófonos, para que registren la señal que fue producida por fuentes artificiales (como explosivos).
De esa forma, se propagan ondas mecánicas en el subsuelo, presentando cambios y reflexiones, a medida que interactúan con estructuras geológicas.
“Allí se encuentra la importancia del trabajo, en comprender cómo los fenómenos que ocurren a escala del tamaño del poro (por ejemplo los pequeños agujeros de una piedra pomes) y que surgen de la interacción entre el medio y cada uno de los fluidos producen cambios macroscópicos en la señal registrada en la superficie”, señala Alejandro Duitama, magíster en Geofísica.
Para el estudio, se utilizó un modelo directo para modelamiento a partir de la teoría de Biot, que utiliza la relación entre esfuerzo y deformación, incluyendo datos como presencia y saturación de líquidos en zonas porosas.
La investigación se caracteriza porque ayuda en el análisis del comportamiento del fenómeno de la atenuación en la amplitud de la señal en función de la porosidad, nivel de saturación y viscosidad de los fluidos.
Actualmente, Alejandro Duitama trabaja en simulación desde el punto de vista académico, pero acorde con trabajos experimentales en países más desarrollados en el tema, como Estados Unidos.
El metano es el segundo gas de efecto invernadero (GEI) más abundante en la atmósfera, después del dióxido de carbono (CO₂), pero además tiene una capacidad potencial de atrapar 80 veces más el calor del sol que el CO₂.
En la Conferencia de Energía del MIT 2024, los participantes lidiaron con los desafíos y tendencias clave que dan forma a nuestra lucha para prevenir los peores efectos del cambio climático.
Extracto del número del 16 de marzo de 1974 de "Science News".
Los técnicos que trabajan dentro de la Instalación de Servicio de Cargas Peligrosas en el Centro Espacial Kennedy de la agencia en Florida desplegaron y extendieron completamente el primero de dos paneles solares de cinco paneles construidos para el Europa Clipper de la NASA en preparación para la inspección y limpieza como parte de las operaciones de ensamblaje, prueba y lanzamiento.
Cómo generar la energía eléctrica suficiente para alimentar a tanto coche eléctrico como queremos tener en nuestros garajes se ha convertido en una de las grandes dudas (y críticas) que se ha hecho a la transición al vehículo cero emisiones. Es algo que llevamos años planteándonos.
El nivel del mar sube y baja dos veces al día en todo el mundo. El agua se acelera, se forman corrientes de marea. Es un movimiento constante, ilimitado. Una energía limpia y renovable sin explotar. En Galicia, la empresa Magallanes Renovables cree que la solución es sumar nuestra milenaria experiencia naviera con tres décadas de desarrollo eólico. Y Gales le ha hecho un encargo.