En el marco del Plan Ayacucho, mediante un trabajo de inteligencia que duró cerca de tres meses, tropas del Ejército Nacional en conjunto con la Fuerza Aérea Colombiana lograron ubicar y destruir elementos que eran empleados para la explotación ilícita de yacimientos mineros en el oriente antioqueño.
Los hechos se registraron en la vereda Norcasia, ubicada a cuatro horas del municipio de San Carlos, Antioquia, donde los soldados hallaron 2 máquinas excavadoras, 10 dragas tipo buzo, 27 motores y una clasificadora, elementos que eran usados para la explotación ilícita de oro, actividad que permitía la extracción de más de 9000 gramos mensuales de oro, los cuales tienen un valor aproximado 234 millones de pesos, lo que afecta las rentas ilegales de los grupos al margen de la Ley.
Así mismo, se continúa contrarrestando la contaminación causada por estas unidades de producción minera (UPM), las cuales causaron una afectación directa sobre el río Samaná por el uso indiscriminado de mercurio y cianuro en 1600 m³ de suelo removido, sobre un área de 3,5 hectáreas y una deforestación de 2100 árboles nativos.
El Ejército Nacional continuará aportando a la sostenibilidad ambiental, protegiendo la biodiversidad y los recursos naturales e hídricos, como activos estratégicos de la nación.
Conduce operaciones militares orientadas a defender la soberanía, la independencia y la integridad territorial y proteger a la población civil y los recursos privados y estatales para contribuir a generar un ambiente de paz, seguridad y desarrollo, que garantice el orden constitucional de la nación.
Alrededor de 196 millones de pesos al mes lograban recaudar como producto de la venta ilícita de esta producción.
La operación afecta a los grupos armados dedicados al apoderamiento de hidrocarburos con fines de narcotráfico.
Investigadores de la Universidad de León han aplicado redes neuronales artificiales a imágenes captadas con drones para reconocer, con un 95 % de acierto, la huella que dejaron las explotaciones auríferas de los romanos en el noroeste peninsular. El sistema se puede aplicar para reducir los riesgos asociados a las minas abandonadas, que causan pérdidas humanas y económicas en todo el mundo.
La empresa productora de cobre en nuestro país avanzó 23 lugares en la medición, siendo una de las tres compañías de todo el listado con mayor avance en la edición 2023 del ranking.
Las industrias extractivas han jugado un rol significativo en la región andina desde la época colonial. La configuración de la economía y la sociedad ha estado ligada directamente a las vastas reservas de recursos naturales y al desarrollo de actividades extractivas que atraen inversiones, impulsando el desarrollo socioeconómico. Además, este sector representa un porcentaje importante en las exportaciones y tiene un gran impacto en los ingresos fiscales.
La aplicación de nanopartículas, imperceptibles al ojo humano, pero hechas a partir de tierras raras y metales como níquel, hierro y cobalto, facilitaría la extracción de crudos pesados y extrapesados, que representan el 70 % de las reservas mundiales, reduce hasta un 60 % el agua requerida, disminuye el consumo de energía y en el proceso genera hidrógeno, uno de los elementos más importantes para la transición energética.