Estos reactores, los de cuarta generación, están siendo ideados con el propósito de que no se vean lastrados por las deficiencias introducidas en las generaciones anteriores, y para lograrlo deben cumplir necesariamente tres requisitos: tienen que ser sostenibles, requerir una inversión económica lo más baja posible, y, además, su seguridad y fiabilidad deben ser lo suficientemente altas para minimizar la probabilidad de que el núcleo del reactor sufra daños si se produjese un accidente.
Para cumplir la primera condición es imprescindible extraer del combustible la máxima energía posible, y, además, se deben minimizar los residuos radiactivos. En lo que se refiere a su coste la puesta en marcha y el mantenimiento de la central nuclear tienen que ser equiparables a los gastos que exigen otras fuentes de energía. Y en lo que se refiere a la seguridad es imprescindible que si se produjese un accidente no sea necesario tomar medidas de emergencia más allá de las instalaciones de la propia central nuclear. Estados Unidos ya tiene un reactor así.
El reactor SMR Voygr de NuScale ha sido certificado y ya puede ser instalado
Para NuScale el proceso de desarrollo y certificación de su reactor SMR Voygr no ha sido coser y cantar. Ni mucho menos. Y no debe serlo. La puesta a punto de un nuevo tipo de reactor nuclear debe ser auditada y supervisada escrupulosamente por los organismos que se responsabilizan de la regulación de los equipos nucleares, y en Estados Unidos la responsable de hacerlo es la NRC (Nuclear Regulatory Commission), que no es otra cosa que la agencia que vela por la utilización segura para fines civiles de los elementos radiactivos.
El proceso de certificación del reactor Voygr comenzó en marzo de 2018 y ha terminado en febrero de 2023
Durante este proyecto NuScale ha contado con el respaldo económico y el beneplácito del Departamento de Energía de Estados Unidos (conocido como DOE por su denominación en inglés), pero ni siquiera su apoyo le ha allanado el camino completamente. En febrero de 2022 IEEFA (Institute for Energy Economics and Financial Analysis), que es una institución especializada en el análisis de las tecnologías y los mercados energéticos, publicó un artículo en el que arrojó dudas muy serias acerca de las cualidades que según NuScale tiene su diseño de reactor SMR. Esta frase literal de IEEFA es muy clarificadora: «Demasiado tarde, demasiado caro, demasiado peligroso y demasiada incertidumbre».
Pese a esto, el reactor Voygr ha sido certificado por la NRC, por lo que las compañías eléctricas estadounidenses ya pueden tramitar las licencias de construcción y operación de nuevas plantas nucleares equipadas con los equipos SMR desarrollados por NuScale. Este proceso de validación comenzó en marzo de 2018 y ha terminado en febrero de 2023, por lo que se ha extendido durante casi cinco años. En cualquier caso, es importante que no pasemos por alto que es un reactor de agua ligera con una potencia de 50 MW, por lo que será necesario instalar en cada planta nuclear varias unidades, hasta 12, para asegurar una entrega de potencia capaz de dar servicio a un núcleo poblacional grande.
NuScale no es en absoluto la única empresa que está trabajando en la puesta a punto de reactores nucleares de tipo SMR. En Estados Unidos la compañía Holtec International tiene entre manos un dispositivo de esta categoría, el SMR-160, que es de tipo PWR (Pressurized Water Reactor) y tiene una potencia de 160 MW. Y también hay empresas europeas, rusas y chinas, entre otras nacionalidades, desarrollando equipos nucleares SMR, lo que pone sobre la mesa una realidad inapelable: el futuro a medio plazo de la energía de fisión pasa por esta tecnología. Un último apunte: NuScale espera conseguir en 2024 la certificación de una revisión de su reactor Voygr con una potencia de 77 MW.
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