El 91% de los residuos plásticos en el mundo no se recicla. Una parte termina engordando los vertederos o salpicando calles y campo, otra acaba en los océanos. Con la excepción de Noruega, que recicla el 97% de sus botellas de plástico, la mayoría de los países resuelven de forma deficiente este problema. Evidentemente, procesos de reciclaje rápido harían más fáciles las cosas.
Es lo que ha buscado la empresa Carbios. Y lo ha encontrado gracias a una enzima descubierta hace ocho años. Con algunas modificaciones, esta enzima logra un reciclaje rápido de las botellas de plástico. En solo unas horas es posible tener los compuestos básicos que forman estos envases.
El método tiene la ventaja de su celeridad, pero también que el plástico que procesa guarda una alta calidad. En una investigación publicada en la revista Nature, la empresa ha señalado que el descubrimiento se remonta a un montón de hojas para compost. Ahí estaba la enzima que ha sido seleccionada como la más apta para reducir botellas de plástico.
Era una enzima que había quedado olvidada por completo, pero al examinarla –entre otros 100.000 microorganismos candidatos que se han estudiado– los científicos quedaron asombrados con sus propiedades. Con una mutación, la enzima ha podido ofrecer unos resultados apabullantes. El equipo de Carbios ha logrado degradar al 90% una tonelada de botellas de plástico.
Plástico de alta calidad
Actualmente existen métodos para recuperar el plástico PET de las botellas. El inconveniente es que la calidad de este plástico es baja, con lo que solo se usa en ropa o alfombras. Además, se vende muy caro, pues existe escasez de suministro. Esto ocurre porque no hay sistemas de reciclaje rápido, lo que ralentiza el proceso, y tampoco fórmulas baratas.
El método de Carbios pretende mejorar la situación. Desde la empresa señalan que el coste de la enzima es de solo un 4% del coste que tiene el plástico virgen, que viene del petróleo. Su material reciclado, además, serviría para nuevos envases. De hecho, la compañía tiene acuerdos con Pepsi y L’Oreal para acelerar el desarrollode su tecnología.
El aprovechamiento del plástico ha sido uno de los caballos de batalla de los últimos años en sostenibilidad. Se ha explorado incluso su uso como elemento de construcción. Aunque una de las fórmulas más prometedoras para su reutilización es su empleo como material para impresión 3D.
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