Planificación de estrategias. Image: Piqsels

Por ello, la gestión de una empresa está estrechamente relacionada con dos conceptos clave: productividad y competitividad. Estos conceptos tienen connotaciones diferentes en función de su relación con la gestión de operaciones.

Por un lado, la competitividad es la posición relativa de una empresa en el mercado y esto no depende exclusivamente de la gestión de operaciones. De otro lado, la productividad de una empresa, es decir, “los productos por unidad de insumo” sí dependen exclusivamente de la gestión de operaciones. En otras palabras, el objetivo de la gestión de operaciones es producir un producto, bien o servicio lo más pronto posible y con el menor costo posible, lo cual contribuye a la competitividad de la empresa.

Definición en la literatura académica

En el artículo de revisión Gestión de operaciones: una revisión de la literatura publicado en la revista Innovar, Marín et al. compararon la literatura disponible para identificar siete características de la innovación en la gestión de operaciones:

1. La gestión de operaciones requiere la implementación de procesos planificados, organizados y sistemáticos para mejorar tanto las prácticas de trabajo como los procesos productivos en sí con el fin de mejorar los indicadores de rendimiento de cada empresa.
2. La reestructuración o reorganización propuesta en el primer ítem no implica una gran inversión de capital.
3. La gestión de operaciones puede aplicarse a todo tipo de empresa, sin importar su tamaño (si es una empresa consolidada, o un emprendimiento que apenas está dando sus primeros pasos) o su razón social.
4. La implementación de procesos planificados afecta a todas las áreas de la empresa, marketing, operaciones, diseño, publicidad, etc.
5. La gestión de operaciones está basada en el ciclo de Deming, esto implica la ejecución de cinco etapas. La primera es estudiar la situación actual de la empresa; la segunda, recoger los datos necesarios para proponer las sugerencias de mejora; luego, poner en marcha las propuestas seleccionadas a modo de prueba; la cuarta, comprobar si la propuesta ensayada está proporcionando o no los resultados esperados y, finalmente, implantar y estandarizar la propuesta con las modificaciones necesarias.
6. La gestión de operaciones establece una metodología específica para cada empresa.
7. Capital humano: el personal precisa de un conjunto de capacidades para aprender, innovar y renovar los procesos y operaciones en determinada empresa.

Para llevar a cabo una adecuada gestión de operaciones, según las características recopiladas por Marín et al., es importante establecer lazos robustos de comunicación entre el área de operaciones y el resto de las áreas de la cada empresa como marketing, producción, recursos humanos, diseño, etc., ya que, si todas las áreas están alineadas en torno a una estrategia conjunta, la consecución de metas será más realista y planificada y con ello mejorará la competitividad de la empresa.

Por último, es importante resaltar que las decisiones relacionadas con la gestión de operaciones pueden clasificarse en estratégicas (diseñadas a largo plazo), tácticas (a mediano plazo) y operativas (a corto plazo). Según Gestión de operaciones (un blog especializado en el tema), las decisiones estratégicas están vinculadas con la cartera de productos, la selección de procesos, la planificación estratégicas y la política de recursos humanas. Mientras las decisiones tácticas, con el plan de matriz de mantenimiento, planificación de la producción y campañas publicitarias. Finalmente, las decisiones operativas están relacionadas con control de calidad, control y programación de producción de una empresa.

Liderazgo y cultura organizacional

En la revisión hecha por Marín et al. también se identificaron recomendaciones para aplicar con éxito los programas de innovación continua en la gestión de operaciones, dos de las más importantes son elementos intangibles en una empresa, pero que poseen un indiscutible valor intrínseco, estos son el liderazgo y la cultura organizacional de las empresas. 

El liderazgo es considerado como un factor fundamental para la gestión de operaciones, ya que esto garantiza que la decisiones tomadas a nivel operativo, táctico y estratégico tengan continuidad a largo plazo y generen los resultados proyectados. Los líderes (independientemente del tipo de liderazgo que ejerzan, bien sea carismático, delegante o participativo) deben estar familiarizados con los procesos globales de la empresa, asegurar los recursos necesarios para ejecutar los proyectos y comprometerse con los métodos y la filosofía de la innovación empresarial. Es importante resaltar que el valor del liderazgo unidireccional es desestimado por los autores, ya que la participación de todo el equipo genera ideas y refuerza la cultura de innovación. 

De otro lado, se conoce como cultura de la organización a la axiología que promueve una empresa, es decir, el conjunto de normas, valores y creencias compartidas y aceptadas por todos los miembros de la organización. La innovación trae consigo cambio de paradigmas, esto implica cambios en el modo cómo opera la organización. Lo cual suele ser un problema porque es difícil establecer la manera cómo debe hacerse adecuadamente el cambio de una cultura organizacional a otra en una empresa. 

El liderazgo y la cultura organizacional son factores que están recíprocamente conectados en la innovación de la gestión de operaciones en una compañía. Como ya se ha mencionado, el liderazgo unidireccional es poco recomendado porque limita la contribución de los trabajadores, que están inmersos en la cultura empresarial, quienes en sus respectivas áreas identifican las mejoras en las estructuras y sugieren los cambios necesarios para mejorar las prácticas empresariales. 

Así, el recurso humano es un eje fundamental en la gestión de operaciones de una empresa. De ahí la importancia de la capacitación continua del personal, para que cada miembro del equipo cuente con las suficientes herramientas para evaluar los procesos y sugerir los cambios que se consideren pertinentes. También es importante generar incentivos y reconocimientos, además de facilitar la apertura de espacios de discusión, ya sea reuniones periódicas del personal; grupos ad hoc, creados para discutir temas específicos o la habilitación de recursos para tener en cuenta la evaluación de sugerencias individuales. 

Escrito por: Anyeli Rivera Tancón
[email protected]
Profesional en Estudios Literarios
Universidad Nacional de Colombia

Autor

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