Está dirigido a los técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), de otras instituciones y al público en general que necesite conducir evaluaciones ex ante de alternativas de políticas, programas o proyectos de inversión.
En el presente capítulo se introducen los temas de los impactos del cambio climático en el sector agropecuario, así como las políticas y medidas de adaptación al cambio climático en el sector. En el segundo capítulo se definen los conceptos microeconómicos básicos del ACB, como ser la eficiencia económica, bienestar social, período de análisis y análisis de flujo de fondos incrementales.
En el tercer capítulo se trata la identificación y formulación de proyectos, que involucra la definición del problema y de las alternativas posibles, la identificación de los involucrados y afectados por el proyecto, y de las categorías de impacto e indicadores de medida. En el cuarto capítulo se detalla la estimación de los impactos a lo largo de la vida del proyecto de forma cuantitativa y la valoración económica de los impactos según la óptica privada y la económica. En el quinto capítulo se describe la aplicación de la tasa de descuento y el cálculo de los indicadores de resumen para cada alternativa. Por último, en el sexto capítulo se trata el análisis de sensibilidad y de riesgo.
Impactos del cambio climático en el sector agropecuario
Debido al fenómeno del cambio climático (CC), se espera que se incrementen la temperatura media anual y la intensidad y frecuencia de lluvias, que ocurran eventos climáticos extremos (tales como sequías o inundaciones) con mayor frecuencia y severidad, y que se vean alterados los ciclos hidrológicos. Esto tendrá repercusiones directas sobre el sector agropecuario y sobre la disponibilidad de alimentos en el futuro (FAO, 2016). En este sentido, la mayoría de los estudios concluyen que los rendimientos de los cultivos probablemente serán afectados por los efectos del cambio climático, especialmente si la temperatura global aumenta en promedio más de 2 ºC (Ignaciuk, 2015). Sin embargo, la magnitud y el signo de esos efectos dependerán de la región, las características particulares de las diferentes actividades agropecuarias y la capacidad de adaptación del sector.
Cuando se trata del sector agropecuario en Uruguay, existen estudios que prevén para fines del siglo XXI la ocurrencia de cambios en temperatura, precipitaciones y presión atmosférica, así como también eventos climáticos extremos. En cuanto a las variables meteorológicas, cuenado se comparan los escenarios climáticos del final del siglo XX con los proyectados para el final del siglo XXI, se espera que la temperatura se incremente de 2 a 3 ºC y las precipitaciones acumuladas aumenten entre 10 y 20% (MGAP-FAO, 2013). Por otro lado, cuando se trata de eventos extremos, los impactos son más inciertos.
Esto se debe, en primer lugar, a que los modelos climáticos no representan de manera adecuada la ocurrencia de los eventos extremos. En segundo lugar, los impactos no solo dependen de variables meteorológicas, sino también de variables agronómicas o hidrográficas (MGAP-FAO, 2013). Sin perjuicio de esto, cabe destacar que los eventos climáticos más importantes para el sector agropecuario uruguayo son: la sequía, el déficit y el exceso hídrico, las heladas, la inducción de frío y las olas de calor (MGAP-FAO, 2013). De estos, la sequía es el más importante, según productores y expertos, independientemente del sector productivo que se considere.
El mayor conocimiento e información sobre el fenómeno del cambio climático ha permitido a muchos países desarrollar acciones de adaptación para reducir la vulnerabilidad (Galarza et al., 2011). Sin embargo, el conocimiento sobre el impacto del cambio climático así como sobre los costos de la adaptación es aún limitado e impreciso. Esa brecha es más evidente cuando se intenta valorar económicamente los costos asociados a bienes y servicios sin valor de mercado, como son la condición de los ecosistemas y los servicios ambientales (Galarza et al., 2011). Por otra parte, De Bruin, Dellink y Agrawala (2009) argumentan que, desde una perspectiva biofísica, los impactos de corto plazo producidos por el cambio climático ya son irremediables. Esto lleva a que la mitigación sea una estrategia insuficiente (aunque necesaria) y la adaptación una alternativa obligatoria...
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La FAO es la agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Nuestro objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos, y al mismo tiempo garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana. Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en más de 130 países. Todos podemos desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre.
Junto al Movimiento sin Tierra (Brasil) o el Programa Nacional de Transición Agroecológica y Patrimonio Biocultural (Oaxaca, México), Colombia cuenta con las Zonas de Reserva Campesina de Pradera, y entre ellas Tuluá (Valle del Cauca) y el resguardo indígena Kwet Wala (Pradera) son ejemplos de resistencia que realizan las comunidades indígenas y campesinas para asegurar la comida, ofreciendo propuestas basadas en los principios de la agroecología.
Investigadores de la Unidad de Excelencia ‘María de Maeztu’ del Departamento de Agronomía de la UCO, en colaboración con la Universitat Jaume I y Tragsa, prueban la eficacia de este sistema mixto como estrategia para el control de plagas. Los resultados abren nuevas vías de estudio en el ámbito de la lucha contra las plagas, uno de los grandes retos a los que se enfrenta el campo en un contexto de emergencia climática.
Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha establecido que el grosor del tallo y la presencia de compuestos antioxidantes influyen en la capacidad que tiene este cultivo para echar raíces. Con esta información, podrían desarrollarse biofertilizantes específicos que estimulen el crecimiento vegetal, que habitualmente presenta dificultades para prosperar.
Tejer las mallas para pescar en ríos y lagos de Yahuarcaca –en la Amazonia colombiana–, o saber cuándo utilizar cerbatana o anzuelo para tener una faena más efectiva no es algo que se aprenda en un colegio o una universidad; este conocimiento ancestral que poseen los indígenas ticuna se transmite de generación en generación, pero está amenazado por la creciente interacción de los jóvenes con prácticas occidentales, que degradan sus tradiciones. Con la Escuela de Artes de Pesca se busca evitar que esto suceda y así garantizar la continuación de esta práctica esencial para su seguridad alimentaria.
Investigadores de Hidráulica y Riegos de la Universidad de Córdoba desarrollan un modelo basado en la revolucionaria arquitectura de ‘deep learning’ Transformer, que desde su aparición en 2017 se ha implementado en diversos sectores y que está en la base de hitos de la Inteligencia Artificial como ChatGPT, para orientar la toma de decisiones de las comunidades de regantes.
Un estudio del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV) observa por primera vez en plantas de cultivo que el gen FUL controla la duración del periodo reproductivo.