Bolsa Maralgui. Foto Maralgui - https://maralgui.com/

Mariana Navarro decidió que si iba a trabajar en una empresa de tiempo completo y con todas sus fuerzas lo haría para cumplir su sueño. Por eso, después de terminar su carrera en diseño gráfico tomó la decisión de emprender.

Ya había intentado montar un negocio con su mamá: el montaje de mesas de dulces y postres para eventos. Sin embargo, notó que ese era un mercado muy competido, por lo que decidió reinvertir las ganancias en un proyecto más arriesgado, pero alineado a sus gustos e inspirado por la experiencia de su padre, un empresario conocedor de la industria papelera.

En 2015 nació Maralgui, una startup dedicada a la elaboración y venta de bolsas y artículos para el hogar hechos a base de papel lavable. La inversión fue de 30,000 pesos. “Surgió con la idea de cambiar la bolsa típica de piel o tela por una opción innovadora que le diera un uso diferente al papel y a otros materiales reciclados”, dice Mariana.

Sin embargo, innovar requiere de muchas pruebas para alcanzar el resultado que se espera; en el caso de Maralgui, Mariana y su papá concluyeron que al comprimir fibras no tejidas de papel, poliéster y otros materiales reciclados, obtenían un papel mucho más duradero y resistente al agua, que actualmente se encuentra en proceso de patente.

Su aceptación ha sido alta. En dos años en el mercado, confeccionó cerca de 3,500 productos en 2017 y sumó a Arturo Elías Ayub, director general de Fundación Telmex, y Rodrigo Herrera, director general y Presidente del consejo de Genomma Lab, como socios de la marca, gracias a su participación en Shark Tank México.

Emprendedoras

Mariana Navarro. Tiene 25 años y es Licenciada en Diseño Gráfico por la Universidad Iberoamericana. Es la CEO de la empresa.

Marcela Álvarez. Mamá de Mariana. Es Licenciada en Diseño de Interiores y ama de casa. Su labor en Maralgui consiste principalmente en la confección de los productos. Ambas residen en la Ciudad de México. Problema

Problema Falta de productos de calidad y diseño elaborados con materiales reciclados.

Solución

Maralgui surgió con el firme objetivo de contribuir al cuidado ambiental utilizando papel reciclado, una práctica que reduce considerablemente el daño ambiental. De acuerdo con el Centro de Información y Comunicación Ambiental de Norte América A.C. (Ciceana), por cada tonelada de papel que se recicla, 17 árboles se salvan de su destrucción.

Modelo de negocio

Maralgui obtiene 35% de sus ganancias por la venta de productos en su tienda en línea, un 35% proviene de la venta por mayoreo para eventos empresariales y el restante 30% ingresa por la comercialización en cinco tiendas concept store, así como por las ventas en expos y bazares de diseño.

El rango de precios oscila entre 140 y 2,000 pesos de acuerdo a las características de los productos, con un margen de utilidades de 35%. Actualmente cuentan con 22 modelos diferentes. Los productos se elaboran sobre pedido. Su producción fue de 1,000 productos en 2016 y 3,500 en 2017.

Han invertido 500,000 pesos en equipo y 600,000 en publicidad para el posicionamiento de marca con una estrategia completamente digital. Estas cantidades provienen únicamente de la reinversión que las emprendedoras han inyectado a partir de sus ventas.

Fracaso

“Mi coco siempre será la contabilidad y finanzas, y es ahí donde Maralgui ha tenido bastantes fracasos”, recuerda Mariana. Cuando la empresa inició operaciones, la emprendedora no tenía contabilizadas sus ventas ni estaba consciente de la cantidad de material que utilizaba, no percibían su crecimiento y por lo tanto desconocían si existían fugas de dinero.

Al iniciar con una inversión mínima, los ingresos por las primeras ventas se reinvertían íntegros en la adquisición de material y equipo, pero no existía una planeación para estas compras. “Invertíamos mal o invertíamos en cosas que no necesitábamos, como una computadora muy sofisticada en un momento en que no era necesaria.”

Lección

La fundadora de Maralgui aconseja que aprender a invertir el dinero es muy importante. “Ahorita ya tenemos bien estructurado qué vamos a comprar y cuándo”. Pero la capacitación en temas en los que no se tiene conocimiento —en este caso, las finanzas y contabilidad— es muy importante. Mariana tomó un diplomado en Dirección y Desarrollo de Negocios y, mientras tanto, contrató a una contadora para organizar la parte financiera de su empresa, además de varios cursos en línea. Recientemente fue invitada por Endeavor y el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) para participar en un programa dirigido a emprendedores de industrias creativas, en el que de enero a junio de 2017 se dedicó a perfeccionar su talón de Aquiles.

“Aprendí que los diseños y las estrategias de venta se pueden ir mejorando, pero tener el plan de negocios actualizado y estructurado es lo más importante. Tuve que reconocer que no lo sabía todo y hasta que no me capacité no pude hacerlo.”

Lo que dicen los expertos

Israel Reséndiz, gerente de la incubadora de negocios de Fundación ProEmpleo, comenta que emprender antes de los 30 años es una tendencia mundial desde hace cinco o seis años y, gracias a ella, organismos públicos y privados han puesto los ojos en esta población por medio de programas con condiciones preferentes para jóvenes, tanto de financiamiento como de capacitación.

La inexperiencia es de los principales retos al emprender a temprana edad, ya que “van aprendiendo durante la marcha, y para un emprendedor joven esa curva de aprendizaje va a ser larga, a veces dolorosa y esos errores le pueden costar dinero”.

Por ello, el experto aconseja que la capacitación y la consultoría es esencial, ya que es importante complementar su idea de negocios con una preparación que les ayude a manejar un lenguaje empresarial y a mejorar sus habilidades empresariales.

“Puede que un chavo haya sido muy buen estudiante y sea muy creativo, pero no sabe cómo vender, cómo determinar el costo de un producto y, sobre todo, la parte fiscal, así que un programa de consultoría y capacitación sin duda lo va a formar como empresario.”

Retos

Al ser una empresa con responsabilidad ambiental, cuidar cada proceso es muy importante y las certificaciones son clave para mantener esta filosofía de principio a fin. Desde la compresión del papel, se cuida que sea en máquinas en que no contaminen y la empresa verifica que todos los procesos de reciclaje y adquisición de la materia prima sean en beneficio del ambiente, desde el papel, hasta las cajas y bolsas para empaque.

Uno de los principales desafíos es demostrar que la durabilidad de los productos es similar a artículos de tela o piel, que se puede lavar incluso en lavadora y que no se romperá con el uso común.

Planes a futuro

El plan de Maralgui es crecer por lo menos el 100% durante 2018. Para lograrlo, buscarán incrementar su capacidad de producción con la contratación de personal especializado para cortar, coser y confeccionar respectivamente, pero sin dejar a un lado la elaboración artesanal de cada producto. Al día de hoy sólo cuatro personas se encargan del proceso de principio a fin, con un tiempo promedio de dos horas por producto.

Prevén ampliar el número de puntos de venta físicos y para finales de 2018 lanzarán una línea que se integre más al sector moda high end o de alta gama por medio de colaboraciones con diseñadores.

Maralgui continúa su proceso para recibir la inversión de un millón de pesos que consiguió tras participar en el programa de televisión Shark Tank. Con estos recursos sus planes podrían acelerarse.

Escrito originalmente para Entrepreneur.

Foto Maralgui.