Ahora el Riksbank, el banco central sueco, ha anunciado un nuevo paso en la digitalización de todos los pagos. Después de dos años estudiando el proyecto, el Riksbank ha comenzado las pruebas de e-krona, su criptomoneda basada en blockchain (Distributed Ledger Technology).
Algunos analistas estiman que para 2023, Suecia dejará de aceptar dinero en efectivo. Y esto preocupa al gobierno, que no quiere dejar en manos de empresas privadas toda la gestión del dinero del país. Adicionalmente, si no es el banco central el que gestiona las transacciones, esto podría representar un problema de credibilidad en el sistema financiero. Por eso, el Riksbank ha tomado la decisión de implementar su propia criptomoneda estatal para que juegue un papel similar al dinero en efectivo, pero con la particularidad de ser digital y poder pagarse a través del móvil, tal y como hacen la mayoría de suecos hoy en día.
Förslaget till teknisk lösning för en e-krona ska baseras på Distributed Ledger technology (DLT), ofta kallad blockkedjeteknik. Huvudsyftet med pilotprojektet är att Riksbanken ska öka sin kunskap om en centralbanksutgiven digital krona. https://www.riksbank.se/sv/press-och-publicerat/nyheter-och-pressmeddelanden/nyheter/2020/riksbanken-testar-teknisk-losning-for-e-kronan/ …
De finalizar estas pruebas y materializarse, Suecia se convertiría en el primer país europeo en disponer de su propia criptomoneda oficial. Una e-krona que serviría, según está definido en el piloto, para poder realizar operaciones como pagos, depósitos y retiradas de dinero. Además de permitir el pago mediante dispositivos portátiles como smartwatches o tarjetas.
El período de pruebas terminará a finales de febrero de 2021 y por el momento no se ha tomado la decisión de "acuñar" ninguna e-krona. Gabriel Söderberg, economista del banco central sueco, explica que "mientras que las empresas privadas están motivadas por las ganancias, el banco central se centraría en ofrecer un bien público".
Contrarrestando la influencia de servicios Fintech como Swish
Swish es la aplicación de pagos más popular de Suecia y ha supuesto un auténtico boom. De manera equivalente a otras soluciones, Swish dispone de una aplicación con una cuenta y esta está enlazada a la cuenta bancaria. Pero además de permitir pagar en establecimientos, también sirve para realizar transferencias de forma rápida entre usuarios.
Su influencia es tal que más de dos tercios de la población la utilizan y de hecho ya tiene su propio verbo asociado - "swisha" - para representar pagar a alguien con la aplicación Swish. La aplicación nació en 2012 como iniciativa de los seis grandes bancos del país: Danske Bank, Handelsbanken, Länsförsäkringar, Nordea, SEB y Swedbank.
Su uso es tan sencillo como acercar dos móviles y leer un código QR. Inicialmente fue creada como método para enviar dinero entre usuarios particulares, pero su éxito la ha llevado a desarrollarse como una plataforma e-commerce más completa. Según los datos de NSbanking, más de 2.100 millones de euros son transferidos cada mes a través de esta aplicación. Una cantidad suficiente elevada como para haber captado la atención del banco central, que quiere volver a ganar control sobre las transacciones.
Hacia la primera sociedad sin efectivo
"Tenemos claro que nuestra competencia es el dinero en efectivo", decía Walter Pimenta, VP de soluciones digitales en Mastercard. Las grandes empresas saben que todavía falta tiempo para que los pagos en efectivo sean algo residual, pero muchas de ellas están apostando fuerte por intentar acelerarlo. Es el caso de Google o Apple con sus servicios de pago o Amazon, una de las compañías más interesadas como lo ha demostrado con sus tiendas y supermercados cashless e innovadores métodos de pago como escaneando las manos.
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Con iniciativas como e-krona, el gobierno sueco quiere recuperar el control del dinero. Tenemos criptomonedas, Libra, empresas Fintech y todo tipo de iniciativas privadas, pero si el dinero en efectivo es el más utilizado en la mayoría de países es porque al final es el que está respaldado por el estado. Una balanza que estos años se está decantando hacia la empresa privada porque estas potencian la comodidad de uso con aplicaciones e innovaciones como Swish. Sea como sea, en Suecia están trabajando en soluciones y debatiendo sobre un importante asunto que quizás en unos años se repita en más países.
Por ENRIQUE PÉREZ.
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