El presidente de la Asamblea General de la ONU emplazó este jueves a los Estados miembros a garantizar una urbanización sostenible, un objetivo al que solo unas pocas naciones cumplen con las medidas y la gestión necesaria.
Durante el discurso de apertura de un evento que busca examinar los avances en la aplicación de la Nueva Agenda Urbana seis años después de su adopción en la Conferencia Hábitat III en Quito, Abdulla Shahid indicó que ese instrumento es la mejor herramienta para gestionar todos los riesgos y oportunidades de las ciudades.
“Aunque la urbanización sostenible está relacionada con la consecución de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, solo unos pocos países pueden afirmar realmente que cuentan con la gobernanza y las políticas necesarias, incluidas las relativas a la planificación urbana inclusiva, el desarrollo de capacidades, el acceso a la tecnología y la financiación necesaria, para garantizar la urbanización sostenible”, afirmó.
Para alcanzar esa meta, Shahid destacó que “planificar, financiar y ejecutar proyectos de infraestructuras y servicios resilientes y sostenibles de los que dependen nuestras poblaciones, es necesaria “una mejor coordinación a todos los niveles”, que incluya “una mayor cooperación, intercambio de conocimientos y apoyo a la capacidad entre los alcaldes y las propias ciudades”.
Con relación a las medidas para impulsar el desarrollo de la Nueva Agenda Urbana, consideró “vital” establecer una “cooperación más sólida a todos los niveles” entre los Estados miembros y en todas las regiones del planeta.
“Esto incluye la movilización de millones de profesionales dedicados al urbanismo, como arquitectos, ingenieros y planificadores urbanos, y el aprovechamiento de todos los niveles del sistema de las Naciones Unidas”, propuso.
Zona rural en Colombia. UNVMC / Héctor Latorre
La urbanización sostenible de las ciudades no va en detrimento de las zonas rurales
Por su parte, la Vicesecretaria General de la ONU, Amina Mohammed, destacó que la urbanización es un “elemento característico” del siglo XXI y que representa “una poderosa herramienta para el desarrollo sostenible si está bien planificada y gestionada”.
Un elemento para tener en cuenta cuando más del 50% de la población mundial vive en zonas urbanas y se prevé que esa cifra aumente hasta casi el 70% en 2050.
Mohammed, destacó que la Nueva Agenda Urbana delimita un camino para que los países construyan ciudades realmente sostenibles, centradas en economías resilientes y en un medio ambiente limpio y sano.
Un enfoque necesario en las zonas urbanas, pero que no se ha de producir a expensas de los medios de vida en las zonas rurales.
“La urbanización no se refiere únicamente a las ciudades. También consiste en cómo las zonas rurales y urbanas aprovechan el potencial de la urbanización para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de todas las personas. Y, por supuesto, para nuestro planeta”, explicó.
Una mujer pasa en bicicleta junto a unos turbinas eólicas en una carretera rural de Heijningen (Países Bajos). Unsplash/Les Corpographes
Cinco ejes básicos del encuentro
El encuentro se centra en cinco áreas identificadas en los informes sobre los avances en la aplicación de la Nueva Agenda Urbana presentados por los Estados miembros, el sistema de las Naciones Unidas y diversas redes asociadas para la preparación del informe cuatrienal del Secretario General:
Vista panorámica de la ciudad de Bogotá, capital de Colombia. CINU Bogota/José Ríos
Datos interesantes sobre urbanismo
La urbanización es un importante motor del crecimiento económico y el desarrollo humano. Las ciudades concentran actividades económicas e innovaciones y proporcionan infraestructuras y servicios sociales que benefician a las personas que residen en zonas no urbanas.
En 2020, se calcula que el 56% de la población mundial vivía en zonas urbanas. Para 2030, se espera que la proporción de la población mundial que vive en zonas urbanas alcance el 60%. En 2050, aproximadamente dos tercios de la población mundial podrían vivir en zonas urbanas, frente a aproximadamente un tercio en 1950.
El crecimiento de la proporción de la población que vive en las ciudades y del número y tamaño de estas se debe a una combinación de factores, como el exceso de nacimientos en relación con las muertes que se producen en las zonas urbanas, la migración de las zonas rurales a las urbanas del mismo país, la reclasificación de zonas anteriormente rurales como urbanas y la migración a las zonas urbanas de personas que se trasladan desde otros países.
De hecho, muchas ciudades atraen a un número considerable de migrantes internacionales y desempeñan un papel importante en su integración en la sociedad de acogida. La urbanización y el crecimiento de las ciudades también transforman la vida de las personas que viven en las zonas rurales alrededor de las ciudades.
Actualmente, la región más urbanizada es Australia y Nueva Zelanda, con el 86% de la población viviendo en ciudades y zonas urbanas, seguida de América Latina y el Caribe, con el 81%, Europa y América del Norte, con el 77%, África del Norte y Asia Occidental, con el 63%, y Asia Oriental y Sudoriental, con el 61%.
En 2020, menos de la mitad de la población vivía en zonas urbanas en el África subsahariana (41%), Asia central y meridional (36%) y Oceanía (22%).
Sin embargo, estas regiones se están urbanizando rápidamente. En 2030, se prevé que los núcleos urbanos alberguen al 47% de la población el África subsahariana, el 42% en Asia central y meridional y el 24% en Oceanía. 24% en Oceanía.
Para 2030, se prevé que la población urbana aumente un 88% en Australia y Nueva Zelanda, un 84% en América Latina y el Caribe, un 80% en Caribe, un 80% en Europa y América del Norte, un 68% en Asia Oriental y Asia oriental y sudoriental, y un 66% en el norte de África y Asia occidental.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), o simplemente las Naciones Unidas (NN. UU.), es la mayor organización internacional existente. Se define como una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.
Se enmarca en la iniciativa Coastal, en la que participa el CEBAS-CSIC, que ha establecido un diálogo con los sectores rurales y costeros de la región.
La entidad formará parte de una exclusiva plataforma que reúne información de los emisores de deuda sostenible en el mundo y que se ha convertido en referente de la industria. El hito fue celebrado con un saludo de bienvenida al banco chileno, que fue proyectado en la pantalla gigante de Nasdaq en Times Square.
La gestión de residuos en América Latina y el Caribe (ALC) ha tenido importantes avances en las últimas décadas. La cobertura de recolección de residuos ha alcanzado al 95% de la población urbana y el 60% de los residuos se aprovechan o se disponen adecuadamente. No obstante, aún se presentan desafíos importantes para asegurar que toda la población tenga acceso a un servicio de calidad donde se priorice el reciclaje, aprovechamiento y la valorización y se asegure la adecuada disposición final de los residuos que no puedan ser aprovechados. Las tasas de reciclaje y valorización de los residuos son bajas en ALC, con un promedio de 3.9% en la región. Esta cifra, aunque varía entre países, es el reflejo de una economía lineal que persiste en la región, a lo cual se suma el incremento esperado de la generación de residuos del 20% en los próximos 10 años, de los cuales la fracción orgánica es en promedio el 50% de la composición y el 12% son residuos plásticos.
Debido a su pequeño tamaño, artículos como teléfonos móviles, cepillos de dientes eléctricos, tostadoras o cámaras a menudo se desechan de forma incorrecta, terminando en vertederos o incineradoras e imposibilitando su reciclaje.
La instalación es capaz de generar el 35% de la electricidad que se consume en los hogares de Bizkaia mediante la valorización energética de los residuos no reciclables.
Nueva York – Los líderes mundiales acordaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015, una hoja de ruta de 17 Objetivos que constituyen una base mínima para que las personas y el planeta sobrevivan. El ODS 14 estableció una serie de diez ambiciosas metas para la protección y restauración del océano, varias de ellas con plazos para su consecución en 2020 o 2025. De todos los Objetivos Mundiales, el ODS 14 es el que menos inversiones ha recibido y ninguna de las metas que debían cumplirse antes de 2020 se ha alcanzado. Aunque se han hecho algunos progresos, queda mucho por hacer para que la agenda de los ODS sobre el océano se haga realidad de aquí a 2030. Del 27 de junio al 1 de julio, en la conferencia de la ONU sobre el océano, el PNUD participará en varios eventos paralelos de alto nivel en Lisboa y en línea, para abogar por acciones urgentes y concretas que son imperativas para hacer frente a la crisis del océano y para abordar el cambio transformador urgente que se requiere tanto en el sector oceánico como en el terrestre.