AirJet, que es como llama a su tecnología, recurre al mismo principio de transferencia de la energía térmica mediante convección utilizado desde hace muchos años por los sistemas de refrigeración por aire y las soluciones de refrigeración líquida. Sin embargo, y aquí es donde reside su principal innovación, no necesita ningún ventilador. En su lugar emplea un peculiar sistema de refrigeración activa de estado sólido.
AirJet: un chip diseñado para refrigerar otros chips con más eficacia y menos ruido
La estrategia que implementan los chips AirJet es esencialmente la misma de los ventiladores convencionales: "soplan" sobre la superficie del circuito integrado que deben refrigerar para transferir al aire mediante convección una parte de su energía térmica. Sin embargo, ese soplido no lo llevan a cabo haciendo girar unas palas con el propósito de propiciar el desplazamiento de un cierto caudal de aire; lo que hacen es provocar que vibren unas diminutas membranas alojadas en su interior a una frecuencia altísima.
De hecho, según Frore Systems estas pequeñas membranas vibran a una frecuencia ultrasónica con el propósito de generar una corriente de aire que, en teoría, consigue maximizar el transporte de la energía térmica hacia el aire que está en contacto con la superficie del chip. Como podemos ver en la siguiente ilustración, el aire frío entra en el interior del chip AirJet por su parte superior, y el aire caliente es expulsado hacia el exterior por uno de los laterales.
Por el momento esta marca tiene dos versiones diferentes de su tecnología de refrigeración. El chip AirJet Mini mide 41,5 x 27,5 x 2,8 mm, ejerce una presión de 1.750 pascales, desplaza un flujo de aire de 0,21 CFM y tiene un consumo máximo de 1 vatio. La otra solución se llama AirJet Pro, y es más ambiciosa: ejerce la misma presión que la revisión Mini, pero desplaza un flujo de 0,42 CFM y consume 1,75 vatios. Según Frore Systems estos chips emiten un nivel de ruido de 21 y 24 dBA respectivamente, por lo que son más silenciosos que los ventiladores para CPU, que con frecuencia superan los 40 dBA cuando trabajan al régimen de giro más alto.
Los creadores de esta tecnología aseguran que su propuesta encaja como un guante en ordenadores portátiles, smartphones, tablets o unidades SSD, entre otros dispositivos compactos, debido a su reducido volumen y moderado consumo. Sobre el papel tiene muy buena pinta, pero esta innovación aún tiene que demostrarnos que todo lo que nos vende Frore Systems realmente se ajusta a sus capacidades reales. Lo comprobaremos cuando caiga en nuestras manos el primer equipo que apueste por esta solución.
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