Pero hoy en día, la disrupción tecnológica puede permitir a la educación ir más allá de las aulas tradicionales y otorgarle métodos más didácticos y entretenidos. Tal es el caso de los videojuegos: estas soluciones innovadoras tienen el potencial de apoyar a los docentes en la enseñanza, no sólo de conocimientos últiles para el trabajo, sino de habilidades para la vida, como son la creatividad, el pensamiento estratégico y la empatía.
Ejemplo de esto es el crecimiento que ha tenido, en América Latina, la oferta de productos que incorporan la gamificación como herramienta de aprendizaje. Desde Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay se están creando videojuegos que apuntan a mitigar la deserción escolar, enseñar contenidos tradicionales y desarrollar habilidades del siglo XXI. No en vano, este sector se convirtió rápidamente en una de las industrias más grandes de la Economía Creativa en nuestra región.
Con esto en mente, el BID lanzó en julio del 2020 el Desafío PLAY, una convocatoria global que buscaba identificar aquellos videojuegos, plataformas y productos digitales que estuvieran usando la gamificación para el desarrollo, medición o certificación de habilidades cognitivas, socioemocionales o de función ejecutiva.
Desafío PLAY: soluciones para aprender jugando
Más de 290 empresas de 30 países del mundo se postularon a la convocatoria. Entre ellos se seleccionó un grupo de 10 finalistas, donde se encontraban emprendimientos de Argentina, Brasil, Ecuador, España, Honduras, Israel y México. Sus soluciones buscaban desde desarrollar inteligencia musical hasta avanzar la inclusión de personas con discapacidades de aprendizaje.
El pasado 6 de noviembre de 2020 un panel de expertos internacionales de los sectores de tecnología, educación y videojuegos eligieron como ganadores a cuatro emprendimientos de México, España y Ecuador.
Los videojuegos no son un juego
No queda la menor duda de que el mundo de los videojuegos es apasionante y tiene un potencial gigantezco, no sólo en la educación, sino en el mundo del desarrollo.
Si este tema te interesa, no puedes perderte el episodio “Los videojuegos no son un juego” del pocast Región Naranja, donde conocerás interesantes casos de estudio, como la universidad de México que ha traído de vuelta a estudiantes que habían desertado a través de su liga de e-sports.
Si te encanta la lectura, descarga la publicación “Los videojuegos no son un juego”, donde conocerás 50 estudios latinoamericanos y caribeños, sus tendencias y éxitos. Asimismo, comprenderás el impacto de las mujeres en esta industria y la capacidad que la gamificación tiene para desarrollar habilidades del futuro.
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Trabajamos para mejorar la calidad de vida en América Latina y el Caribe. Ayudamos a mejorar la salud, la educación y la infraestructura a través del apoyo financiero y técnico a los países que trabajan para reducir la pobreza y la desigualdad. Nuestro objetivo es alcanzar el desarrollo de una manera sostenible y respetuosa con el clima. Con una historia que se remonta a 1959, hoy somos la principal fuente de financiamiento para el desarrollo para América Latina y el Caribe.