El pasado 1 de enero entró en vigor en la Ciudad de México la Ley de Residuos Sólidos, que prohíbe la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico desechables.
La medida pretende mejorar la gestión de residuos de esta megalópolis en la que habitan más de 12 millones de personas, se producen casi 13.000 toneladas de residuos cada día y se tiran cerca de 350 millones de bolsas de plástico al año, de acuerdo con datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en el país.
El plástico no desaparece por arte de magia.
De esta forma, Ciudad de México se ha convertido en la ciudad de habla hispana más grande del mundo que pone en marcha esta medida, sumándose a iniciativas similares que se han adoptado internacionalmente siguiendo la estela del acuerdo que adoptó en la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, celebrada en Nairobi en marzo del año pasado, para reducir el consumo de plásticos de un solo uso.
Se trata de un primer paso ya que, en un futuro próximo, las autoridades esperan vetar otros artículos de plástico de un solo uso como popotes (pajilla para sorber líquidos), vasos, cubiertos y globos.
"México tiene ecosistemas marinos de gran valor y hoy hay una mucho mayor conciencia pública sobre el impacto de los desechos plásticos en la biodiversidad", señala Dolores Barrientos, representante del citado Programa en México.
"Actualmente no existe un instrumento nacional legalmente vinculante que prohíba las bolsas de plástico, pero 27 de los 32 estados mexicanos ya han aprobado leyes para prohibirlas y otros más están considerando imponer restricciones", explica Barrientos.
Es indispensable reducir su uso porque esto afecta a toda la biodiversidad.
La representante del PNUMA señala que “el mensaje más importante es que el plástico no desaparece por arte de magia, o sea, es un material que está ahí y se va a quedar ahí, no va a desaparecer”.
“La bolsa de plástico va a estar en el medio ambiente y pueden tardar de cincuenta a seiscientos años en degradarse, pero el término degradarse es que simplemente se convierten en partes más pequeñas hasta llegar a micropartículas de plástico. Por ello, es indispensable reducir su uso porque esto afecta a toda la biodiversidad”, añade Barrientos.
Según las proyecciones disponibles y de no tomarse medidas, para 2050 habrá 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos en vertederos o directamente en el medio ambiente en todo el mundo.
Cero bolsas de plástico + reutilizar materiales = fórmula perfecta
Estela Fagoaga es una reconocida vestuarista de teatro en México que está emocionada por la iniciativa tomada por la ciudad y por el cambio de hábitos que está generando en la población.
Por ello, utilizando los sobrantes de tela que guarda de los vestuarios, ha decidido hacer bolsas de tela de diversos tamaños y capacidades para que las personas puedan acudir al supermercado con una bolsa que les guste y les sea de utilidad.
“Lo que intentamos es dar una solución. Todos vamos a tener que utilizar bolsas de tela. Además, así le doy un uso a las telas sobrantes y en conjunto todos tomamos acciones para cuidar el planeta. Es un ganar-ganar y cada uno hace su parte para tener un mejor planeta” señala Estela.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), o simplemente las Naciones Unidas (NN. UU.), es la mayor organización internacional existente. Se define como una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Almería ha determinado la utilidad de la silicona para detectar la presencia de contaminantes procedentes de la combustión de combustibles fósiles, como la que producen los coches. Los expertos evalúan cinco posibles captadores de estos agentes nocivos y establecen un método barato, que no perjudica la actividad de la colmena, para medir la calidad del aire a unos ocho kilómetros a la redonda.
En los últimos años, se viene discutiendo la importancia de crear una ética, tanto en la creación como en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), en el entorno digital. La importancia de este tema quedó patente durante el 2º Foro Mundial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, celebrado los días 5 y 6 de febrero de 2024 en Kranj, Eslovenia, donde se congregaron científicos, expertos, especialistas y empresarios. En el evento se compartieron múltiples experiencias que buscaron integrar las perspectivas del sector privado, el académico y la sociedad en general, con miras a establecer una normativa ética global que regule la creación de un ecosistema de IA responsable, en beneficio de toda la población.
Los expertos advierten del impacto del uso del suelo en la capacidad de retención y recarga de los acuíferos. Los cambios en el paisaje, especialmente en las cuencas hidrográficas, están alterando la tasa de infiltración de la precipitación, afectando directamente la cantidad y calidad del agua disponible para consumo humano y otros usos.
La FAO presentará sus principales iniciativas para la gestión sostenible de suelos en la región, como el mapa mundial de nutrientes suelos, el protocolo de evaluación del manejo sostenible de los suelos, el programa Doctores de Suelos, y los proyectos SOILFER, en Guatemala y Honduras, y SOILCARE en el Caribe.
Un nuevo estudio confirma que 2023 fue el año más cálido registrado, con una temperatura media global cercana a la superficie de 1,45 °C por encima de los niveles preindustriales. Según el organismo, una vez más se han batido récords con respecto a los niveles de gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie y en los océanos, el aumento del nivel del mar y el deshielo.
Un informe de la Organización de Naciones Unidas indica que en 2022 se produjeron un total de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que supone un 82 % más que en 2010. Según el documento, esta cifra va camino de aumentar un 32 % en 2030 si no se toman medidas.