Bogotá D. C., mayo de 2012 - Agencia de Noticias UN
“Lo más importante es la mentalidad abierta a los nuevos desarrollos. Establecer cuáles son los tipos de innovación que requieren los procesos de producción y conocer las tendencias del consumidor”, sentencia el español Javier Martínez Monzó, doctor en Tecnología de Alimentos.
Existen abundantes desarrollos en la industria alimentaria mundial, pero para implementar las adecuadas se requiere tener mente abierta, pues la innovación puede ser aplicada a cualquier tipo de industria (desde desarrollos de cárnicos y pescados hasta de conservas o lácteos, entre otros).
Según el especialista, el concepto de innovación no debe limitarse a algún tipo de industria específica y debe estar regido por las tendencias del consumidor: “Una cosa muy importante en la que debe pensar la industria es en la comodidad a la hora de consumir un producto; que sea fácil de usar y de comer; incluso, que la calle o el trabajo no sean un obstáculo para comerlo”.
Por otra parte, insiste en la confianza como base de la sostenibilidad, la generación de empleo y la internacionalización del producto. Para él, en Colombia falta que los empresarios salgan a vender sus productos, que crean en ellos y que los internacionalicen, porque la calidad nacional puede competir con cualquier mercado.
Alimentos e innovación
Las tendencias alimentarias actuales inclinan la balanza hacia los productos naturales, que beneficien la salud y que sean autóctonos y sostenibles.
En ese orden de ideas, el productor tiene la obligación de identificar las innovaciones más pertinentes para su industria, que al mismo tiempo generen ganancias económicas. El uso de nuevas tecnologías es casi una necesidad para la producción.
Para Martínez, “hay que garantizar la calidad microbiológica de los alimentos con mecanismos que no necesariamente son nuevos, pero que han mostrado su efectividad (como los pulsos eléctricos, las altas presiones o los compuestos naturales)”.
Por otra parte, es necesario que en la presentación del producto se indique que está libre de aditivos o conservantes que pueden desviar el interés del consumidor. Los métodos naturales han avanzado bastante en los últimos años y pueden servir como una implementación eficiente y a bajo costo de producción.
Finalmente, el especialista español sugiere explotar la materia prima del país en beneficio de la producción de alimentos: “La industria alimentaria está trabajando bastante en extractos de plantas con propiedades antimicrobianas y antioxidantes. De hecho, dentro de los productos colombianos hay una gran cantidad con esas propiedades y se necesita extraerlos, evaluar su eficacia e incorporarlos. Son productos conservantes y naturales, por lo cual la aceptación del consumidor es mucho mayor”, concluye.
Imagen de: Freedigitalphotos.net
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