La explicación más plausible es que los científicos no leen los estudios que citan. Al menos, los estudios del ámbito de las ciencias sociales.
Reproducibilidad
La reproducibilidad es la capacidad de un ensayo o experimento de ser reproducido o replicado por otros, en particular, por la comunidad científica. La reproducibilidad es uno de los pilares del método científico, siendo la falsabilidad el otro. De este modo, si los investigadores citan indistintamente los estudios que logran replicarse como los que no, tenemos un problema.
Es lo que nos sugieren los datos recogidos por Replication Markets, una parte del programa SCORE de DARPA, cuyo objetivo es evaluar la confiabilidad de la investigación en ciencias sociales.
Los estudios se obtuvieron de todas las disciplinas de las ciencias sociales (economía, psicología, sociología, gestión, etc.) y se publicaron entre 2009 y 2018.
Si se citan los estudios de forma tan poco crítica, hemos de entender que los investigadores no se leen en profundidad dichos estudios porque, bien, quizá muchos se autoengañan o están cruzados de sesgos, pero: ¿qué están haciendo los editores y revisores?
Cualquiera que sea la explicación, el hecho es que el sistema académico no asigna citas de calidad, es decir, a estudios fundamentalmente ciertos. Esto es malo no solo por el efecto directo de basar la investigación adicional en resultados falsos, sino también porque distorsiona los incentivos que enfrentan los científico: si nadie citara estudios débiles o falsos, no tendríamos tantos de ellos. Recompensar el impacto sin tener en cuenta la verdad conduce inevitablemente al desastre.
De hecho, ni siquiera ceñirnos a las revistas con un alto índice de impacto nos libra de esta lacra. La reputación de la revista es, sencillamente, irrelevante. Porque, de nuevo, si los científicos fueran más cuidadosos con lo que citan, las revistas a su vez serían más cuidadosas con lo que publican.
El problema, naturalmente, es sistémico. Los autores son solo un pequeño engranaje en la vasta máquina de producción científica. Para que este material sea financiado, generado, publicado y eventualmente recompensado, se requiere la complicidad de las agencias de financiación, los editores de revistas, los revisores y los comités de contratación.
Nadie se beneficia realmente del estado actual de las cosas, pero no se puede pedir a individuos aislados que sacrifiquen sus carreras por el bien común: las únicas soluciones viables son de arriba hacia abajo.
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Mientras la NASA se centra en explorar la Luna, Marte y el sistema solar en beneficio de la humanidad, la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial (STMD) de la agencia está cambiando la forma en que prioriza el desarrollo tecnológico. Como parte de este esfuerzo de refinamiento, la NASA está pidiendo a la comunidad aeroespacial estadounidense comentarios sobre casi 190 necesidades (o deficiencias) de tecnología espacial nacional que ha identificado para futuros esfuerzos científicos y de exploración espacial.
Un trabajo del Instituto de Análisis Económico (IAE-CSIC) analiza la edad, género, formación y procedencia de los autores de más de 700 grandes hallazgos científicos desde 1600 hasta la actualidad
El International Science Council (ISC), organización no gubernamental creada en 2018, promueve la ciencia como bien público global, respaldando la universalidad del conocimiento científico. A través de una política científica, busca mejorar la publicación académica en la era digital, basándose en 8 principios para la publicación científica, que incluyen acceso abierto, revisión rigurosa y garantía de acceso para futuras generaciones.
Después de exponerlos a un proceso químico se encontró que el cobre y el níquel inhibieron con éxito el crecimiento de "Bacillus cereus" y "Staphylococcus aureus", bacterias con cepas resistentes a los antibióticos y relacionadas con enfermedades de transmisión alimentaria (toxiinfecciones). El hallazgo permitiría pensar en nuevos tratamientos farmacológicos o en la elaboración de empaques especiales que protejan productos como carnes y verduras.
El bosón W es, junto al Z, una de las partículas responsables de la mediación que tiene lugar en la interacción nuclear débil, que es una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza junto a la interacción electromagnética, la gravedad y la interacción nuclear fuerte. Los físicos suelen colocar a este mismo nivel el campo de Higgs, que es otra interacción fundamental que explica cómo las partículas adquieren su masa, pero para facilitar su comprensión los textos suelen recoger como fuerzas fundamentales las cuatro que acabo de mencionar.
No es ningún secreto que GPT-5, la nueva versión de la inteligencia artificial de OpenAI, está en desarrollo y que podría ver la luz en los próximos meses. De hecho, Sam Altman, CEO de la compañía, ha confirmado esto en diferentes ocasiones, y si bien intenta evitar dar detalles sobre qué ventajas tendrá la nueva IA frente a GPT-4, hay muchos rumores procedentes de fuentes fiables, así como declaraciones de otros ejecutivos, que ya han revelado algunas mejoras que tendría el modelo de lenguaje que alimenta a ChatGPT.