La compañía británica Mura Technology ha comenzado la construcción de la primera planta a escala comercial del mundo que utilizará su innovador proceso HydroPRS, capaz de reciclar todo tipo de residuos plásticos y de proporcionar las materias primas para una economía circular del plástico. HydroPRS (Hydrothermal Plastic Recycling Solution) es un novedoso proceso de reciclaje químico avanzado diseñado para abordar el plástico que actualmente no puede reciclarse.
La primera planta que utilizará esta tecnología ha comenzado a construirse en Teesside (Reino Unido) y entrará en funcionamiento en 2022, con capacidad para procesar 80.000 toneladas de residuos plásticos al año. Será la base de un rápido despliegue mundial que permitirá desarrollar un millón de toneladas de capacidad en todo el mundo para 2025, lo que equivale a casi la mitad de los residuos de envases de plástico que se producen en el Reino Unido cada año. La empresa prevé desarrollar instalaciones en Europa, Estados Unidos y Asia.
El proceso HydroPRS de Mura utiliza vapor supercrítico para convertir los plásticos en los aceites y productos químicos de los que están hechos, listos para ser utilizados en nuevos productos como plástico virgen. Puede reciclar todas las formas de plástico -incluidos los productos actualmente «no reciclables», como los plásticos flexibles multicapa utilizados en los envases- sin límite en el número de veces que se puede reciclar el mismo material.
En reconocimiento a su potencial, en octubre de 2020, el proyecto de Teesside recibió 4,42 millones de libras (más de 5 millones de euros) del Gobierno británico a través del programa Smart Sustainable Plastic Packaging del Industrial Strategy Challenge Fund. A principios de este mes, el reciclaje químico fue reconocido por primera vez como una contribución a los objetivos del gobierno en materia de plásticos reciclados.
EL PROCESO HYDROPRS
El proceso HydroPRS, que utiliza la tecnología Cat-HTR, desarrollada y propiedad de Licella Holdings Limited, descompone los plásticos utilizando agua en forma de vapor supercrítico (agua a presión y temperatura elevadas). El vapor actúa como unas tijeras moleculares, cortando los enlaces de hidrocarburos de cadena larga en los plásticos para producir los valiosos productos químicos y aceites con los que se fabricó originalmente el plástico, en tan sólo 25 minutos.
Estos aceites -equivalentes a los productos fósiles originales- se utilizan después para producir un nuevo plástico virgen sin límite en el número de veces que se puede procesar el mismo material. Además, los nuevos productos fabricados con el plástico obtenido en este proceso pueden ser aptos para su uso en envases en contacto con alimentos, a diferencia de los procesos de reciclaje convencionales.
En la actualidad, la mayor parte de los métodos de reciclaje mecánico pueden degradar la calidad de los plásticos, un proceso que suele denominarse «downcycling», limitando su posterior uso a aplicaciones de menor valor. También son poco eficaces con algunas formas comunes de residuos de plástico. El proceso de Mura puede reciclar todos los residuos de plástico, incluidos los que se consideran «no reciclables», como algunos films, tarrinas y bandejas, que actualmente sólo pueden incinerarse o enviarse al vertedero. El proceso está diseñado para funcionar de forma complementaria al reciclaje convencional y otras iniciativas más amplias para reducir y reutilizar el plástico.
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